Uno de cada 5 adolescentes bloquea a ciberacosadores casi a diario
El 40% navega sin control adulto alguno y sin formación previa sobre los riesgos
Uno de cada cinco jóvenes y adolescentes tiene que bloquear casi a diario a internautas que los insultan o acosan a través de las redes. Lo desvelan ellos mismos en una investigación de FAD Juventud que confirma el uso excesivo que hacen los españoles de 15 a 29 años de dispositivos digitales, los riesgos y daños que les ocasionan, pero también la soledad con la que se enfrentan al problema por la falta de control adulto y de formación para un consumo seguro. Una radiografía reveladora en un momento en que la sociedad debate cómo proteger a los menores de los riesgos del mundo digital.
La gran mayoría de los jóvenes, pese a la escasa tutela adulta, son conscientes de las amenazas que les esperan en internet. Los riesgos que les preocupan son similares, aunque con diferencias por sexo y edad. Las amenazas que más temen las chicas son la difusión de imágenes íntimas sin permiso, el acoso sexual y los mensajes de odio. Entre ellos destaca, además de los anteriores, el miedo a caer en el juego problemático con las apuestas y entre los veinteañeros cobran especial relevancia dos de los riesgos más temidos por todos: los timos y estafas y la suplantación de personalidad.
Pero el trabajo no se queda en los temores y pregunta por los peligros frecuentes que padece cada uno en su navegación digital. Sus respuestas ilustran que viven a diario un alto grado de riesgo. El 20% debe recurrir al bloqueo para protegerse de acosadores, el 18% ha recibido vídeos o fotos de contenido sexual que circulan sin consentimiento, el 15% ha sido víctima de mensajes de odio y al 14% le han acosado o insultado desconocidos. Cuando se pasa de lo personal al entorno más próximo el asunto se agrava, sobre todo entre las chicas. Prácticamente la mitad de los españoles de 15 a 29 años, entre el 43% y 53% según el caso, conviven a diario en internet con discursos racistas, homófobos y antifeministas, con el ‘ciberbullying’, con el acoso de adultos y con la difusión indeseada de imágenes íntimas. A ello se añade otro riesgo muy serio, la desinformación generalizada y en buena medida normalizada. La mitad de jóvenes se topa con noticias con contenidos falsos o dudosos, pero, cuando ocurre, solo el 42% contrasta su veracidad y hasta el 45%, pese a la sospecha, acaba compartiendo noticias que finalmente resultan falsas. Son conscientes de que tienen un problema. Hasta 70% cree que dedican demasiadas horas a internet y reconoce que muchas veces lo hacen con cierto descontrol y dependencia. Dos tercios admiten que quieren estar en las redes en todo momento y para la autoestima de tres de cada diez es fundamental obtener reacciones positivas a los contenidos que cuelgan en las redes.
La sobreexposición digital, no lo ocultan, les pasa factura personal. Uno de cada cuatro reconoce que les roba horas de sueño, de estudio, hace que vean menos a los amigos y minimiza su actividad física. La mitad confiesa que le aísla, que cada vez tiene relaciones más superficiales y sobre el 40% relata que usa el móvil en momentos inapropiados y que siente la necesidad de mirar constantemente las notificaciones. La saturación a veces es tal que dos tercios tuvieron que hacer desconexiones en el último año. El 35,4% lo hizo a veces, pero el 30% se vio obligado a protagonizar los apagones digitales para proteger su salud mental o emocional con notable frecuencia.
La mayor parte de estos riesgos los torean sin ayuda. Empezaron a ciegas desde su primer móvil. Uno de cada cuatro chicos nunca recibió recomendación alguna de su entorno sobre cómo comportarse o mejorar su seguridad digital y los adultos no ejercen control alguno sobre un tercio. No hablan con nadie de lo que hacen en internet y cuando tienen un problema lo resuelven por su cuenta o con sus amigos, pero rehuyendo a los mayores. La directora general de Fad Juventud, Beatriz Martín Padura, a la vista del estudio, reclama a padres, profesores, empresas e instituciones que se pongan manos a la obra para revertir esta situación. «Es muy preocupante que un 40% afirme que no recibe ningún tipo de formación sobre cómo afrontar los riesgos digitale», añadió.