Las adopciones caen en León y se traduce en ninguna internacional tramitada en 2023
Las adopciones internacionales casi desaparecen y las nacionales caen a mínimos
Editorial: Tampoco hay adopciones.
Trece niños y niñas de León en situación de vulnerabilidad están en recursos residenciales a la espera de una familia de acogida. Los trece tienen más de 6 años y no responden a los perfiles que esperan las seis familias de León que están a la espera de un acogimiento temporal a menores que, por distintos motivos, no pueden ser atendido por sus familias. Todos estos menores están protegidos o tutelados por la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de Castilla y León, con la colaboración de Cruz Roja de León, que gestiona la difusión, las estancias temporales, la valoración, el soporte y apoyo a las familias. La administración selecciona a las familias candidatas en función de la estabilidad económica, social y laboral. No todas son idóneas. «Buscamos entornos estables para los menores. Sabemos cómo está la situación de los trabajos, y los sueldos y eso es un problema añadido», explica la técnico del Programa de Acogimiento Familiar de Cruz Roja, Camino Sanz, que cree necesario hacer más difusión e información del programa. «Necesitamos más familias porque hay muchas opciones para cubrir el derecho que tienen los niños. Los que tienen características especiales son los que más dificultades tienen para salir de los recursos residenciales. Algunos de los que están ahora pueden llevar dos años esperando una familia. Tenemos muchas posibilidades, desde el acogimiento completo al parcial, distintas formas de convivencia en los fines de semana o vacaciones». Para facilitar las salidas de los menores de los centros, este año se han ampliado los periodos vacaciones. «Desde este año hemos ampliado a días festivos o incluso para actividades lúdicas».
La Junta ayuda a las familias con una aportación económica para las necesidades de los menores. Recursos que no son suficientes para el presidente Arfacyl (Asociación Regional de Familias Adoptantes de Castilla y León), Javier Álvarez Osorio. «El acogimiento es solidaridad temporal y tienen un coste emocional para las familias. Hay diferentes ayudas económicas, pero si los menores necesitan tratamientos psicológicos, por ejemplo, o de logopedia, o actividades extraescolares, la respuesta de los servicios sociales no es rápida».
Según los datos de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, en León hay actualmente 200 menores acogidos en familias. «Lo ideal sería que hubiese más familias que menores esperando», explican desde Cruz Roja de León. Esta tendencia a la baja también se nota en las estadísticas de las adopciones, tanto nacionales como internacionales, que se han estabilizado a la baja en los últimos seis años.
Fernando Martos, presidente de la Federación de Asociaciones de Adopción Internacional (Adecop), destaca la caída tanto de familias que quieren adoptar como la de menores en adopción. «España ha pasado de ser el segundo país con más adopciones internacionales en los años 90, por detrás de EE UU, a ser un país residual en estos momentos». No hay una única razón. «El aumento de las medidas de protección a los menores en sus países de origen, la decisión de las parejas españolas de no tener hijos, que se evidencia en la caída de la natalidad en España, y los buenos resultados que tienen ahora los tratamientos de fecundidad, han influido en este descenso de adopciones». Una realidad que queda patente también en el número de los organismos acreditados para gestionar las adopciones internacionales. «De 50 que éramos, ahora quedamos 20».
Problemas psicológicos
La caída de las adopciones internacionales se refleja también en las estadísticas de la Junta de Castilla y León. En el año 2023 sólo una familia se ofreció en León para adoptar un menor de otro país, un número parecido a los últimos tres años, pero no se cerró ninguna adopción.
Vietnan, India, Colombia, Costa Rica, Senegal o Bulgaria son países a los que recurren los organismos acreditados en España. «Hay países que están cerrados a la adopción porque no ofrecen garantías de que se respeten los derechos de los niños. Las autoridades españolas tienen unos criterios muy estrictos». A esto se une que los países de origen tradicionales protegen cada vez más a sus menores. «La adopción internacional es ya testimonial», asegura el presidente de Arfacyl. Javier Álvarez Osorio, que apunta a otra dificultad añadida. «Estamos viviendo cómo surgen problemas en la adolescencia. Tenemos una demanda creciente de familias que necesitan apoyo psicológico. Atendemos a 120 familias de Castilla y León, once de ellas de León. Los problemas en la adolescencia son comunes, pero en los menores adoptados surgen de manera volcánica cuestiones de identidad, ruptura de autoridad, que son diferentes por razones étnicas, por el racismo que sufren fuera de las familias, que hacen saltar todas las carencias emocionales de manera volcánica si las familias no han tenido las herramientas suficientes para abordarlos».