Teresa Helbig pone una pica en París

Teresa Helbig tiene su nombre serigrafiado en el fuselaje de un avión de Iberia en el que la tripulación lleva los uniformes que ella misma ha diseñado para toda la compañía. Ha sido la primera mujer en confeccionarlos. En ese aparato, un moderno A350 Next, nos desplazamos el pasado jueves los invitados al primer desfile de la diseñadora catalana en París.

La Ciudad de la Luz acogió con un cielo despejado y una agradable temperatura a la modista española en el día en el que cumplía su sueño desde niña. «Voy a explotar de ilusión», se confesaba emocionada Teresa horas antes del desfile, el primero fuera de nuestras fronteras, y en un lugar tan emblemático como el antiguo museo de Pierre Cardin, convertido ahora en galería de arte.

El edificio, dividido en cuatro luminosas plantas en el popular barrio de Le Marais, fue convertido en un enorme lienzo en blanco por el equipo de Helbig. Destacaba una barricada con elementos flocados en terciopelo en el centro de la planta principal. Alrededor de los barrilles, sillas y grandes ruedas, sobre los que caía delicadamente una larga bandera francesa que colgaba del lucernario, desfilaron las modelos dando las pinceladas de color para convertir la escena en una obra de arte en movimiento.

Inspirada en la atemporal novela de Víctor Hugo Los miserables, de la que regaló un ejemplar a cada invitado, y enriquecida por una cultura francesa exquisita y sofisticada, la colección 1832 Sur Mer rindió homenaje a la lucha por la redención, la tenacidad y la búsqueda por la justicia. Con raíces historicistas, pero huyendo de los tópicos, mostró prendas impregnadas del reconocible romanticismo de la firma, a las que dio cuerpo con glasilla de algodón, paño o cintas de ‘grosgrain’ trenzadas. Tejidos con los que confeccionó vestidos de ensueño tanto con largos mini como hasta el suelo que se entremezclaban con pololos de piqué, chaquetas de lana bordadas y abrigos de quitar el hipo gracias a sus técnicas de costura tradicional. Un trabajo que hizo saltar las lágrimas a algunos de los presentes, que en su totalidad recibieron de pie a Helbig y a su madre, la otra Teresa, parte indispensable del equipo de la firma. Y es que ambas soñaban con este desfile en París. «Sentimos este momento como el broche de oro de una época brillantísima, después del premio nacional, con un avión de Iberia que lleva nuestro nombre, trabajando intensísimamente en nuestro proyecto de internacionalización...», decía aún sin terminar de creer lo que acababa de pasar.

Clientas de ensueño

Lo que ya es una realidad aplastante es el éxito que está cosechando fuera de España, con Nueva York y Los Ángeles a la cabeza, ciudades en las donde «hay muchas clientas que están fascinadas con nuestras prendas y les entusiasma el concepto tan joya y costura de Teresa Helbig». «Por eso vemos un camino claro en Estados Unidos que sin duda queremos aprovechar y disfrutar al máximo», indicó.

En Norteamérica cuenta entre sus clientes a las estilistas de la oscarizada Halle Berry, Priyanka Chopra, Taylor Swift, Gwen Stefani o Zendaya.

Un nutrido grupo de estrellas a las que se suman las actrices patrias Leonor Watling, Cristina Brondo y Macarena Gómez, la cantante Luz Casal o Eugenia Martínez de Irujo, todas ellas presentes en su desfile en París, que dejaron constancia en sus redes de lo que era un viejo sueño hecho realidad.