Valiosas joyas maragatas relumbran en Madrid

Una collarada maragata de corales y grandes piezas con símbolos mágicos adquirida en 1942 por 10.000 pesetas es la pieza principal que se exhibe en el Museo del Traje de Madrid en la exposición Escultura tímida, diálogo entre la joyería tradicional y contemporánea que puede visitarse hasta el 5 de mayo. Este collar es una pieza histórica protegida, con los documentos acreditativos «que son testigos de su pasado» y será la portada del catálogo de la muestra por su alto valor. La comisaria de la exposición, Concha Herranz, no duda en afirmar que si hubiera un incendio en el museo «esa collarada sería lo primero que cogería para salvarla».

El collar estuvo expuesto en Joyas Populares , de 1984 y en Un siglo de joyería y Bisutería 1890-1990 , de 1991, donde están fotografiadas muchas piezas leonesas.

La provincia de León está representada en esta exposición por otros dos ejemplos de pendientes icónicos, como son las calabazas y los vincos, que por su tamaño a veces se sujetaban en la oreja con cintas «pues el aro es tan grueso que no pasa por el agujero del lóbulo, y si pasa, por el peso rasga la oreja», explica Herranz.

«Las collaradas más espectaculares debieron pertenecer a los arrieros de mayor poder económico, son una manifestación de poder, riqueza y ostentación. Representan las creencias paganas y cristianas, y a la vez la herencia de la historia, de las tres culturas que convivieron en la España antigua, el islam, el judaísmo y el cristianismo, todo un sincretismo religioso, donde el coral y el azabache se consideraban materiales profilácticos y curativos. En las bolas de roble, o bullacas, también llamadas avellanas, como en el otro tipo de cuenta alargada, llamada torrecillas, castilletes y alconciles encontramos una fuerte influencia de los modelos andalusíes, islámicos».

La exposición reúne aproximadamente 200 piezas de las que un tercio corresponden a la colección de joyería tradicional del Museo de Traje (más de 70). «Otros collares expuestos ignoramos su procedencia pero su tipología podría ser perfectamente maragata o leonesa, ya que son comunes a otras zonas, como ocurre con las arracadas o pendientes de media luna, y otro modelo de pendiente como las polcas».

Joyería y tradición leonesa, especialmente la maragata, coinciden en brillar en el tiempo en Madrid en dos espacios diferentes. El Museo del Traje ha cedido temporalmente dos de sus obras más representativas de las costumbres e indumentaria maragata al Museo de las Artes Decorativas, para la exposición Al bies. Las artistas y el diseño en la vanguardia española , que se puede visitar hasta el 31 de marzo. En las paredes del museo cuelga el cuadro Maragatos, un icono que representa a una pareja con un bebé en brazos pintado por Rosario de Velasco en 1934 y que obtuvo un segundo premio compartido en el Concurso Nacional de Pintura convocado por el Ministerio de Instrucción Pública.

El Museo de Traje ha cedido también para esta muestra una indumentaria maragata de una mujer de Lucillo, que se seleccionó para Iconos de estilo , y el Modelo del Mes . «El traje era parte de la dote y la regalaba el novio, junto al pañuelo de seda de casada, la mantilla, el anillo y los pendientes, además de las caídas de talle o caídas de culo, de estambre con inscripción amorosa Viva la prenda que adoro, por ella jimo y lloro ». Concha Herranz recuerda que la mujer le regalaba al novio el chaleco rojo bordado con flores polícromas, y el cinto de cuero con bordado polícromo y leyenda amorosa, Eres dueño de mi amor .

El traje de mujer maragata forma parte del conjunto de 219 prendas de la provincia de León adquiridas por el Museo del Traje a Javier Emperador el 25 de febrero de 1994.

El museo conserva una colección unas 100 piezas maragatas, de un total de aproximadamente 500 piezas de indumentaria tradicional de la provincia leonesa».