«No es lógico que un juez decida si un niño va a judo o a inglés»
Disputas por la elección del colegio y extraescolares, lo habitual en los divorcios
Firma de los documentos del divorcio. NORBERTO
Las disputas por la elección del colegio y los gastos en extraescolares son las más habituales entre los padres divorciados a la hora de ejercer la patria potestad sobre sus hijos. Acaparan el 47% de los desacuerdos.
Los conflictos a la hora de elegir el centro escolar (público, privado o concertado) representan el 26% del volumen de disputas, mientras que las discrepancias sobre las extraescolares (por ejemplo si el niño tiene que ir a clases de inglés o de judo) alcanzan el 21%. También hay un 7% de desavenencias religiosas, como la celebración de la Primera Comunión.
Así lo refleja el informe Principales motivos de desacuerdo en la crianza de los hijos , elaborado a partir de las respuestas remitidas por los 2.700 letrados de la Asociación Española de Abogados de Familia (Aeafa), y que se dio a conocer ayer en el marco de sus XXXI Jornadas Centrales.
Los letrados creen que los progenitores podrían recurrir a mecanismos extrajudiciales de resolución de conflictos antes de llevar sus desavenencias ante un juez o un letrado de la administración de justicia (los antes secretarios judiciales).
Muchos de estos desacuerdos entre los padres se suelen resolver mediante el llamado Expediente de Jurisdicción Voluntaria. En estos casos, ambas partes deben explicar el beneficio de su postura para su hijo, y el juez, después de oírles, otorgará la facultad de decidir a uno de ellos.
Abuso
«En muchas ocasiones se abusa de la jurisdicción voluntaria, en tanto que estas decisiones relativas a los hijos las deberían tomar los padres y no plantearlas ante un juez», afirma Beatriz de Pablo, vicepresidenta de la Aeafa. «No parece lógico que un juez, con la carga de trabajo que tiene, tenga que decidir si un niño debe ir a inglés, francés, flauta o judo», sostiene la letrada, que apuesta por los medios extrajudiciales para resolver conflictos cotidianos en ámbitos como el de la educación de los hijos de las parejas rotas.
Los jueces creen que los padres y las madres no deberían recurrir a los jueces para estas decisiones.