El ‘grooming’ se ceba con las chicas en internet
El 34% de menores sufre agresiones en línea según un estudio de la Unir
Cada vez que se conoce un nuevo estudio sobre los peligros a los que los niños y adolescentes españoles se enfrentan a diario por su sobreexposición a internet resulta más pertinente y urgente el debate abierto por la sociedad civil y las instituciones para adoptar medidas que les protejan de los riesgos de esta navegación, muchas veces realizada sin control ni filtro de tipo alguno.
Uno de los peligros más extendidos es el ‘grooming’. Si se suman los escolares que han recibido peticiones, sobre todo de hombres, con los que además han respondido a ellas de alguna manera hablamos de uno de cada siete consultados. La gran mayoría de ellos, el 12,6%, son meras víctimas sorprendidas por la perfidia de adultos, pero hasta un 6,4% interactuó con el pederasta, casi todos con el simple envió de los materiales que le reclamaba, pero un 1% llegó a contactar en persona. Las víctimas más frecuentes fueron las chicas y de forma destacada las de 14 y 15 años.
Así se desprende del trabajo publicado por investigadores de la Universidad Internacional de La Rioja, desvela que un tercio de los niños y adolescentes que se conectan a webs, chats o redes sociales, el 34%, son víctimas de agresiones o abusos digitales. Pero, además, aportan otra novedad aún es más grave. Buena parte de estos chicos no son víctimas de un solo tipo de ataques sino de varias clases al tiempo.
Sus conclusiones las extraen del análisis de cuestionarios anónimos a los que respondieron en clase y con el asesoramiento de sus profesores 3.578 estudiantes de entre 10 y 15 años de 28 centros escolares repartidos por nueve autonomías de la península.
El dato más novedoso y preocupante es que hasta el 16,5% de ellos, uno de cada seis menores, explicó que habían padecido al mismo tiempo tres de los riesgos más graves del ecosistema digital. Habían sido víctimas de ‘grooming’, la solicitud por parte de adultos pederastas de información, fotografías o vídeos de carácter íntimo y sexual; habían sufrido ciberacoso (amenazas, humillaciones, exclusión de grupos o tareas) por parte de otros niños y adolescentes; y también padecían algún tipo de abuso digital por parte de sus parejas sentimentales, como vejaciones, insultos o control y vetos sobre sus relaciones, las personas con quienes contactan o lugares o redes sociales por los que navega.
Demuestra que los problemas y riesgos que acechan a los chicos en internet no son algo aislado sino superpuesto. «Internet es una fuente de oportunidades, pero también de riesgos para los niños y adolescentes. Muchas veces la investigación se focaliza en un problema, pero si agrandamos el angular y analizamos conjuntamente varios riesgos, como hacemos en este estudio, los datos son muy preocupantes. Hay muchos chicos que solapan dos o más riesgos simultáneamente», explica Joaquín González Cabrera, coordinador del estudio.
Otra prueba de la citada superposición de riesgos es que los menores que padecieron ‘grooming’ sufrieron 2,6 veces más que el resto ciberacoso y 2,3 veces más abuso ‘online’ de pareja que los libres de asaltos sexuales de adultos. Los resultados ponen de relieve, subrayan los autores, la necesidad de abordar las distintas problemáticas de una manera integral, «en tanto que los riesgos asociados a internet no se producen de forma aislada sino que se solapan con frecuencia en un mismo individuo».
La última constatación es que el tercio de chicos que padece el triple ataque son quienes declaran una calidad de vida más baja que los que no han sido víctimas o lo fueron de un solo peligro. «Estos resultados ahondan en un problema importante y que cada vez resulta más evidente: los chicos están expuestos a muchos riesgos en internet. Por esta razón, las acciones educativas que generemos deben intentar prevenir estos riesgos de forma conjunta. Tanto la investigación de estos riesgos en internet, como su prevención, ha de ser global», afirma Jessica Ortega-Barón, primera autora de este estudio