Japón alerta de una bacteria carnívora
El estreptococo se transmite por heridas o por contagio aéreo y táctil, afecta a personas entre 30 y 50 años, ocasiona fallos multiorgánicos y podría llegar a España
Una herida en las extremidades o el estornudo de un portador, es la puerta de entrada de una bacteria que se ha cobrado cientos de vidas en Japón, el país donde se han documentado sus estragos. Al ingresar al torrente sanguíneo o al líquido cefalorraquídeo se dispersa por los órganos y causa fallos multiorgánicos y necrosis en los tejidos musculares, informa el Ministerio de Salud japonés. Esa desintegración de los músculos hace que se conozca a este agente patógeno como «carnívora». Resulta mortal para un tercio de los diagnosticados con el síndrome del shock tóxico estreptocócico (STSS por sus siglas en inglés). Causada por varias cepas de streptococcus pyogenes, el año pasado se produjeron 941 decesos. La mayoría en personas entre los 30 y los 50 años. Estos primeros 80 días de 2024 ya rozan los 400, lo que activó las alarmas sanitarias en el país asiático, que prevé un récord de fallecimientos.
Una herida en las extremidades o el estornudo de un portador, es la puerta de entrada de una bacteria que se ha cobrado cientos de vidas en Japón, el país donde se han documentado sus estragos. Al ingresar al torrente sanguíneo o al líquido cefalorraquídeo se dispersa por los órganos y causa fallos multiorgánicos y necrosis en los tejidos musculares, informa el Ministerio de Salud japonés. Esa desintegración de los músculos hace que se conozca a este agente patógeno como «carnívora».
No se espera un escenario como el que han producido enfermedades como el ébola. «La de esta enfermedad no es comparable a la transmisibilidad ocasionada por el virus del ébola», aclara Guillem. «Además, que sea una bacteria facilita que haya tratamiento antibiótico que administrar, en cuanto se sospeche de la misma».
Mascarillas, otra vez
Los primeros síntomas no son alarmantes: dolor de garganta, fiebre, diarrea, vómitos y letargo. Cuando se agrava, se suman insuficiencia hepática o renal, dificultad respiratoria, coagulación intravascular, inflamación de los tejidos blandos, erupción en la piel y colapso del sistema nervioso, indica el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de Japón (NIID), que mantuvo que no podía explicar aún «las formas fulminantes» con las que ataca la bacteria.