La iglesia de San Francisco de la Vega
León, 1902. El Obispo Gómez Salazar solicita permiso para construir una pequeña iglesia en un solar de “La Vega”, barrio obrero por excelencia más allá del Bernesga, al otro lado del ferrocarril, según proyecto elaborado por Juan Crisóstomo Torbado. El gran Torbado proyectó una iglesia neo-románica de una sola nave, cuatro tramos y tribuna a los pies, cubierta por bóveda de cañón que arranca de una imposta tallada con motivos vegetales sobre pilares empotrados de estilizado fuste cilíndrico y capitel con pajarracos, bajo los obligados arcos fajones de refuerzo.
Un arco toral de triple rosca separaba un presbiterio en ábside semicircular bajo cuarto de esfera de tres gajos que al exterior se manifestaba poligonal, entre la sacristía y un trastero.
Contrafuertes escalonados de ladrillo con remates de piedra fortalecían un cerramiento del mismo material. Vanos bíforos con óculo encima y vidrieras neogóticas iluminaban la nave. Y sobre otra imposta, finas saeteras ventilaban la bóveda bajo un friso ornamental de arquillos ciegos y cornisa de modillones. A los pies de la iglesia, una fachada revocada, con azulejos de Zuloaga flanqueando la torre incrustada de tres cuerpos. Abajo, portada abocinada con vano de medio punto entre columnas pareadas de basas áticas, fustes cilíndricos y capiteles decorados de los que arrancan arquivoltas de gruesos baquetones. El segundo cuerpo con arco tríforo iluminando la tribuna bajo un reloj en roseta dibujada.
Y arriba el campanario, con dobles arcos de medio punto sobre columnillas y un apuntado chapitel empizarrado y abuhardillado...
En 1954, el Obispo Almarcha encargó a Juan Torbado Franco la ampliación de la iglesia, para lo cual, éste, adosó a la única nave otras dos laterales con pequeños ábsides semicirculares; trasladó las vidrieras originales a los cuerpos ampliados, y rehízo la sacristía, los aseos y el trastero en un bloque poligonal abrazado a la cabecera.
Todo “con un sistema constructivo similar… cuidando de imitar
la arquitectura existente para mantener el estilo románico tan bien logrado en el edificio original… tratando de darle esa gracia que imperaba en todas sus líneas”… Pero no lo consiguió enteramente... ¡Era dificil!