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Vejez y soledad agravan las heridas (también físicas)

Más de la mitad de la atención enfermera en Atención Primaria está relacionada con los cuidados de las heridas. La mayoría de las lesiones son patología venosa, úlceras en pacientes mayores, con múltiples patologías de base.

María Jesús Perez Prieto, Elena García Mateos y Joaquín Fidalgo, ayer en las jornadas . MARÍA FUENTES

León

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La vejez y la falta de una red de apoyo de cuidados también tienen una repercusión directa en la aparición y el empeoramiento de las heridas físicas. Las II Jornadas Nacionales de Heridas en Atención Primaria que se celebran en León reúnen a quinientos profesionales de toda España en una cita que se ha convertido ya en un referente nacional por la alta participación y la especialización de los talleres y conferencias.

Ana Rivero, presidenta del comité organizador y directora de la Gerencia de Atención Primaria de León, destacó la «complejidad» del abordaje de las heridas y el papel de la enfermería de Atención Primaria «con una atención integral de los pacientes» y los cuidados para evitar que los problemas se cronifiquen. Las enfermeras de referencia tienen un papel destacado dentro de los equipos ante el aumento de heridas en la piel en pacientes de más de 65 años, con morbilidad, diabéticos, fumadores y con problemas de circulación sanguínea.

La Unidad de Heridas Complejas creada en León en 2022 ha atendido ya a 500 pacientes, algunos todavía en vigilancia. María Jesús Pérez Prieto, una de las tres enfermeras referentes de la unidad, asegura que al recurso llegan pacientes con heridas de muchos años de evolución o derivados por la enfermera de su médico de cabecera porque los cuidados ofrecidos no consiguen los resultados deseados. En esta unidad se tratan muchas úlceras de presión, de los miembros inferiores —las que más—, heridas atípicas, desgarros cutáneos y hematomas subcutáneos, sobre todo en personas de avanzada edad. «Pero no siempre es así, también atendemos a mucha gente joven que, por su trabajo, tienen que estar de pie mucho tiempo». Tabaco, diabetes, hipertensión, sedentarismo, una nutrición deficiente y las enfermedades crónicas agravan las heridas.

Como también las agrava una escasa red de apoyo. «Cada vez trabajamos más para identificar al cuidador principal, que puede ser incluso el propio paciente. El éxito para que una herida se cure está en el cuidador, al que le enseñamos a aplicar los cuidados necesarios». Joaquín Fidalgo es enfermero en el Hospital General de Defensa en Zamora, en el que es referente de la unidad de heridas hospitalarias. «Los que ingresan tienen heridas complejas, algunas hospitalarias, como las de úlceras de decúbito, o las que llamamos ‘atípicas’ de pacientes con problemas inmunitarios que requieren un seguimiento multidisciplinal».

«En León tenemos una población muy envejecida y la mayoría llegan sin red de apoyo, con una situación muy compleja. Que haya un cuidador favorece la curación de las heridas». Elena García Mateos es enfermera de referente en heridas en La Bañeza, aunque hasta ahora ha ejercido en José Aguado. «Más de la mitad de la atención enfermera en Atención Primaria tiene que ver con las heridas. Hay muchas lesiones, cada vez atendemos más por el envejecimiento de la población, con pacientes con múltiples patologías de base como la diabetes, la hipertensión, enfermedades renales, todo lo complica».

Mejor abordaje

El plan de apoyo al cuidador busca frenar las complicaciones de las heridas. «Es muy importante que el cuidado que se hace en casa sea el correcto, por eso también hacemos una valoración integral del paciente, incluida su red de apoyo. Si no lo hay, nos desplazamos al domicilio».

La formación continuada es básica para abordar las úlceras y las heridas cada vez más complejas de una sociedad en evolución. En las jornadas se hablarán durante dos días del papel de la inteligencia artificial, valoración integral, suturas, vendajes neuromusculares, control de la carga bacteriana, cámara hiperbárica, prevención al final de la vida, la importancia del cuidador, alternativas al manejo del dolor, ostomías, nutrición, ejercicio y ayudas técnicas.

«Con los conocimientos adecuados y con experiencia las heridas se curan. Hay heridas complejas, pero con los nuevos materiales especializados logramos mejores resultados. Ese es el deber del abordaje», asegura Joaquín Fidalgo.

La enfermera referente María Jesús Pérez señala que las heridas tumorales, que no se curan, «se pueden controlar con cuidados para que no haya dolor».

Primera conferencia de las jornadas.MAría Fuentes

Profesionales del sector y participantes en la jornada.María Fuentes