Una ley pionera en EE UU protege los datos del cerebro
La medida reconoce la privacidad de las ondas cerebrales de las personas
La protección de los datos del cerebro humano ha comenzado a operar esta semana en el estado de Colorado, gracias a una nueva ley, la primera en Estados Unidos, que salvaguarda esta valiosa información privada.
Con la firma del gobernador Jared Polis, entró este miércoles en vigor esta medida encaminada a proteger los neuroderechos de las personas, incluyendo la privacidad de las ondas cerebrales.
Estados Unidos se une así a Chile, que en octubre de 2021 se convirtió en el primer país del mundo en incluir los neuroderechos en su Constitución.
La nueva ley de Colorado modifica leyes anteriores para expandir la definición de «datos sensibles» (privados), que ahora incluye datos «generado por el procesamiento tecnológico, medición o análisis de las propiedades, composiciones o actividades biológicas, genéticas, bioquímicas, fisiológicas o neuronales de un individuo o del cuerpo o funciones corporales de un individuo». La medida estipula que esos datos no podrán ser usados «de manera individual o en combinación con otros datos personales, con fines de identificación» de una persona en particular.
La congresista estatal Cathy Kipp, autora del proyecto de ley, ha dicho: «Las cosas que la gente puede hacer con esta tecnología son fantásticas, pero simplemente pensamos que debería haber algunas barreras para las personas que no tienen la intención de que se lean sus pensamientos y se utilicen sus datos biológicos».
Además, la ley incluye por primera vez los datos neuronales (actividades cerebrales y del sistema nervioso periférico) entre los datos biológicos ya protegidos por leyes de privacidad.
«Los datos relacionados con la actividad del cerebro humano y los sistemas nerviosos en general son extremadamente sensibles y pueden revelar información íntima sobre los individuos, incluida información sobre la salud, los estados mentales, las emociones y el funcionamiento cognitivo», explica la ley. El proyecto se gestionó en colaboración con la Neurorights Foundation (NF), que impulsa medidas para regular el consumo de datos generados y procesados por la neurotecnología.
Jared Genser, cofundador de la NF, confirmó en declaraciones al New York Times que la ley de Colorado es la primera del país en «ofrecer (para los datos del cerebro) el mismo tipo de protección que se ofrece, por ejemplo, a los datos de los pacientes que reciben atención médica.»
La fundación publicó un informe (el primero de su clase en Estados Unidos) en el que se destaca que el 96 % de las compañías de Estados Unidos que ofrecen productos de neurotecnología tienen acceso «sin limitaciones» a los datos neuronales de los pacientes.