Los psicópatas integrados, líderes y dañinos

En la sociedad existen psicópatas ‘integrados’, que suponen un 1% de la población, y son personas con capacidad de liderazgo, éxito, carismáticas y manipuladoras, que no llegan a cometer actos delictivos pero son «muy dañinas» para su entorno, dice a Efe la experta en criminología Agustina Vinagre.

La coordinadora del Máster en Victimología y Criminología Aplicada de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) puntualiza que la psicopatía no es un trastorno mental, se refiere más a «rasgos psicopáticos» de la personalidad que a una enfermedad.

Vinagre reconoce que es un tema «muy morboso» que llama mucho la atención social, ya que se suele relacionar con asesinos seriales u otros criminales. Entre esos rasgos psicopáticos, cita que identifican a personas muy atractivas socialmente, con mucho carisma, muy atrevidas e intrépidas, con un encanto superficial y baja ansiedad.

    «La psicopatía no se desarrolla a lo largo de la vida, esos rasgos vienen de serie. Aunque pueda haber factores sociales que influyan, la personalidad es algo bastante estable y en la infancia ya se presentan estas características», agrega.

Vinagre insiste en que, al aludir a la psicopatía, no se debe referir siempre a personas que vayan a desarrollar una conducta delictiva.

Esta experta recalca que «las personas con rasgos psicopáticos pueden estar integradas socialmente, pero en la mayoría de los casos van a resultar dañinas para las personas con las que se relacionan».

Así, estas personas no tienen que llegar a cometer un delito tipificado, como un homicidio o un asesinato, pero van a hacer mucho daño psicológico o emocional, porque son personas «muy manipuladoras».

Según sus datos, un 25 % de la población penitenciaria tiene esos rasgos psicopáticos, lo que supondría un 1 % de la sociedad, que va a provocar «sufrimiento» a otras personas.

Manipuladores encantadores

Esta psicóloga máster en victimología constata por su experiencia que «hay diferentes tipos de psicópatas», con algunos en los que predomina el carácter «más impulsivo» y otros que son «manipuladores encantadores, que van a por otros como depredadores, sin exteriorizar conductas explicitas agresivas».

Todo lo relacionado con «ejercer control y tener poder sobre otras personas», como profesiones vinculadas al ámbito político y finanzas, son puestos que pueden estar protagonizados por personas con rasgos psicópatas, porque quieren «manipular y conseguir» lo que quieren.

La experta puntualiza que lo que más ha llamado siempre la atención sobre la psicopatía ha sido aquello vinculado a la conducta criminal, que siembre se ha centrado en el sexo masculino, porque «han estado más fuera de casa y han tenido más posibilidades de delinquir».

Sin embargo, las mujeres con rasgos psicopáticos no tienen menos tendencia a cometer delitos, lo que ocurre es que han tenido «menos oportunidad» por una cuestión de educación y de relación con el entorno.

«A los hombres, socialmente, se les ha permitido mostrar su rabia, agresividad, ira y violencia, pero a las mujeres, que han optado por ejercer su psicopatía de otra manera, como con el envenenamiento», explica.

Esta experta subraya que ninguna investigación concluye que los hombres sean más psicópatas que las mujeres, porque «no hay nada biológico» que lo determine.