Desaparece la vacuna de AstraZeneca contra el covid y la empresa se enfrenta a demandas millonarias por sus efectos secundarios
La Comisión Europea ha procedido a retirar la autorización de comercialización de la inyección en la Unión Europea (UE)
Adiós a la vacuna contra la covid de AstraZeneca. El laboratorio sueco-británico solicitó en marzo la retirada del mercado de esta vacuna y ahora la Comisión Europea ha procedido a retirar la autorización de comercialización de la inyección en la Unión Europea (UE), una decisión que será efectiva a partir de este martes. La compañía fabricante arguye que debido a las "múltiples vacunas actualizadas" que se han desarrollado para hacer frente al coronavirus, "hay un excedente de dosis disponibles". Asimismo, ha bajado la demanda de Vaxzervria, "que ya no se fabrica ni suministra".
El fabricante evita explicar los procesos judiciales que tiene abiertos. Por el contrario, destaca su papel en la lucha contra la pandemia. "Según estimaciones independientes, solo en el primer año de uso (de su vacuna) se salvaron más de 6,5 millones de vidas y se suministraron más de 3.000 millones de dosis en todo el mundo", indica la empresa.
Su retirada del mercado europeo llega, sin embargo, solo unos meses después de que la farmacéutica admitiera en documentos oficiales que su vacuna podía provocar efectos adversos poco comunes, como la trombosis, algo que llevó a limitar su uso entre ciertos segmentos de la población y que después hizo que solo se permitiera su uso en personas mayores de 60 años. En cualquier caso, las dosis de refuerzo pasaron a ser de Pfizer o Moderna.
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) ya admitió en 2021 una "posible relación" entre la vacuna de AstraZeneca y casos "muy raros" de trombosis. No obstante, entonces solo señaló que ello debía incluirse en los posibles efectos adversos muy poco comunes de la dosis.
Millones en demandas
Entre junio y agosto de 2020, en medio de los esfuerzos de los distintos Gobiernos por acabar con la pandemia global, el laboratorio cerró acuerdos para suministrar cientos de millones de viales a la UE y Estados Unidos.
Apenas un año más tarde países como Austria y España suspendieron la vacunación por el posible vínculo de la dosis con episodios de trombosis y en abril de 2021 la UE no renovó sus contratos de compra de esta vacuna.
A día de hoy, la empresa fabricante lleva varios meses recibiendo demandas colectivas que la acusan de provocar lesiones graves e incluso la muerte a decenas de personas. Por ejemplo, en el proceso abierto en el Tribunal Supremo de Inglaterra 51 víctimas y familiares exigen 116,7 millones de euros a la compañía por daños y perjuicios. Pese a ello, la farmacéutica no vincula el fin de la comercialización de su vacuna con los juicios abiertos.