Moda inteligente con aviso para ser reciclada
Dos jóvenes aplican la ingeniería textil y tejidos que protegen la piel para su firma
Prendas que repelen los radicales libres, protegen la piel de infecciones, avisan de cuándo deben ser recicladas para no contaminar y concebidas para ser llevadas tanto en eventos como haciendo deporte, así es 710 Studio, una firma sostenible y hecha en España que se expande internacionalmente.
«La idea de 710 Studio es que con una misma prenda puedas hacer absolutamente cualquier cosa», explica a Efe en una entrevista Lucía de la Iglesia (1996), que junto a Miriam Romero (1999) capitanea la firma, que solo produce 150 piezas por diseño y con la que plantean un nuevo concepto para la moda basado en la ingeniería textil.
«Los tejidos que usamos se suelen usar en el sector médico sin aplicarse a la moda, y para nosotras pueden ser una salida para la industria textil al incorporar diseño», explican sobre prendas hechas de poliamida reciclada o algas, además de otros materiales nobles como la lana merina, «cuyas propiedades cuidan la piel de forma natural».
Faldas, vestidos, tops y ‘bodies’ componen la propuesta de la marca, con prendas lisas pensadas para ser combinadas entre sí y lucidas desde «un evento a una clase de yoga», haciendo de la versatilidad su seña: «Pensamos en prendas que no sean para una sola ocasión», explica Romero.
Con tres colecciones en la firma, el tándem de creadoras vende de forma digital sus prendas en todo el mundo, con compradores que van desde países como Francia u Holanda hasta Emiratos Árabes. Para obtener los tejidos que usan, el proceso se inicia con un estudio de ingeniería textil, que también incorporan en un sistema de etiquetado de sus prendas de poliamida para saber con cuántos lavados contaminan. «Se configuran de tal forma que, tras determinados lavados, avisan de que deben ser recicladas».
Así es como en la etiqueta aparece un código QR que redirecciona a su web, donde se avisa de que la prenda es contaminante y se da un formulario para solicitar la recogida de la prenda para que puedan reciclarla «si la cliente así lo quiere, porque el reciclaje es decisión de cada cliente», añaden. Este sistema de reciclaje de prendas, que se utiliza en algunos productos como las braguitas menstruales, solo puede aplicarse, por el momento, en algunos materiales. «Se reciclan las prendas de la misma composición, en nuestro caso, poliamida reciclada, que tiene una media de ochenta lavados». Aunque no se ha desarrollado una técnica que permita separar compuestos mezclados en una prenda para reciclarlos, aclaran que no todas las prendas contaminan. «La lana no genera microplásticos como la poliamida».
Entre sus tejidos basados en la innovación, también buscan aquellos que de forma natural protejan contra los radicales libres.