MACROGRANJAS CONTAMINACIÓN
Greenpeace denuncia que hay más agua contaminada por nitratos por las macrogranjas
El número de macrogranjas en España pasó de 1.569 en el año 2013 a 3.618 en 2022, lo que supone un incremento del 135 % en menos de diez años, y un aumento de la contaminación por nitratos de las aguas, tanto de consumo, como superficiales y subterráneas, según un estudio de Greenpeace.
El número de macrogranjas en España pasó de 1.569 en el año 2013 a 3.618 en 2022, lo que supone un incremento del 135 % en menos de diez años, y un aumento de la contaminación por nitratos de las aguas, tanto de consumo, como superficiales y subterráneas, según un estudio de Greenpeace.
Los datos y resultados del estudio de 2023 elaborado por la Red Ciudadana de Vigilancia de Nitratos, una iniciativa impulsada por Greenpeace, "confirman la contaminación por nitratos y el mal estado de las aguas en todo el territorio", con el 13 % de las mediciones en agua de consumo, un 54 % en aguas subterráneas y el 61 % en las superficiales, informa la ong en un comunicado.
La Red, que funciona desde 2021, con la participación de 30 colectivos de todas las comunidades autónomas, ha realizado más de 1.300 mediciones, lo que es casi el doble que las realizadas en años anteriores.
El gran aumento de macrogranjas y de animales sacrificados -casi 910 millones en 2023, según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación- provoca un incremento de emisiones y excrementos generados, por lo que "no resulta una sorpresa ver que la calidad de las aguas no mejora", señala Greenpeace.
La contaminación de las aguas subterráneas supone "una de las grandes preocupaciones", al ser las reservas estratégicas de los recursos hídricos, y entre las que superan la contaminación por encima del 50 % están: Baleares (100 %, "aunque con muy pocas mediciones"); seguida de Galicia (75 %), Aragón (72 %), Castilla y León (68 %), Andalucía y Navarra (62 %), Región de Murcia (57 %), Comunidad Valenciana (56 %), La Rioja (55 %) y Castilla-La Mancha (52 %).
Asturias y Cantabria, al practicar un modelo de agricultura y ganadería menos intensivos, reflejan los mejores resultados, "lo que puede ser la clara confirmación de que, a menos presión sobre las aguas, menos contaminación".
De acuerdo al análisis realizado por Greenpeace sobre la evolución de las explotaciones de ganadería industrial que están obligadas a declarar sus emisiones en el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes, ha constatado que han pasado de las 1.569 toneladas en 2013 a las 3.681 toneladas en 2022, lo que significa un incremento del 135 % en menos de diez años.
Las macrogranjas de porcino son, según la Red, las que tienen un mayor peso y representan el 86 % de todas las explotaciones ganaderas industriales obligadas a declarar sus emisiones; sin embargo, desde la organización subrayan que las macrogranjas de bovino "siguen exentas de declarar sus emisiones y por lo tanto es imposible conocer su evolución".
Greenpeace señala que junto a otros colectivos de la Red se ha reunido con todas la Confederaciones Hidrográficas, la Dirección General del Agua (Miteco) y representantes de las comunidades autónomas de Castilla y León, Extremadura, Canarias y Cataluña para tratar el problema, y apunta que es "vital" reducir el uso de fertilizantes y la ganadería intensiva y que los consumidores adopten una dieta donde predominen los alimentos de origen vegetal.
Según Greenpeace, es necesario la adopción de medidas urgentes, más aún después de la última sentencia condenatoria contra España emitida por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea por el incumplimiento de la Directiva de Nitratos, que exige "acciones reforzadas" a Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Región de Murcia.
“Estamos en una situación de emergencia climática y de crisis del agua. Por eso es indignante ver cómo el número de macrogranjas se ha duplicado”, ha aseverado Luis Ferreirim, responsable de agricultura y ganadería en Greenpeace España, quien recuerda que “la contaminación del agua por nitratos es un problema que se arrastra desde hace más de 30 años y, en vez de mejorar, empeora".