Lucía y Martín vs Mónica y Javier
Llamarse Lucía o Martín es lo más normal del mundo en León, nombres que toman el relevo a Mónica y Javier, los más puestos en los 70 del siglo pasado
Lucía y Martín son los nombres más elegidos por las familias leoneses para poner a sus criaturas. Los hábitos, costumbres y gustos cambian con el tiempo y en los registros civiles cada vez aparecen menos javieres y mónicas, los más comunes en los años 70 del siglo pasado en la provincia de León.
En los últimos datos del INE, publicados este jueves, aparecen en segundo y tercer lugar los nombres de Sofía y Martina para ellas, en sustitución de Mª Carmen y Susana, y Mateo y Lucas para ellos, que sustituyen a Roberto y David en la lista de los segundos y terceros más comunes para ellos en los años 70. Los datos corresponden al Padrón Municipal del año 2023. Pero ¿esta tendencia es igual en toda España? No muchos españoles ponen ahora a sus hijos los nombres que llevan, por ejemplo, los políticos, que a menudo superan los 50 e incluso los 60 años, sino otros hasta ahora menos comunes entre los que triunfan Neo o Zohan para los niños y Mía o Ayzal para las niñas.
Los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que los Antonio y Mari Carmen, que siguen siendo los nombres más repetidos en España, con 614.853 de los primeros y 630.253 de las segundas, tienen ya edades medias de casi 58 años y de más de 60, respectivamente.
Los siguiente tres nombres masculinos más frecuentes son Manuel (56 años de edad media), José (62,6) y Francisco (59,4) y los siguientes tres femeninos son María (48,2 años de media), Carmen (60,4) y Ana María (55,2).
Aunque mucho mayores son los 20 hombres residentes en España bautizados en su día como Acindino, con 82,9 años de media, o las 32 mujeres que se llaman Acracia, con 85,6 años.
Frente a ellos, los nombres más comunes entre las personas que tienen una edad media de hasta 10 años son Mia, Lya, Juno, Roma y Vega entre las chicas y Neo, Teo, Amir, Cesc y Kike entre los chicos, siguiendo así la preferencia de los últimos tiempos por poner nombres muy cortos.