Las trashumantes extremeñas enfilan las cañadas a León

Las merinas partieron desde Huerta de Ánimas (Cáceres) este fin de semana con una fiesta de la trashumancia como despedida y un entrañable homenaje en Trujillo como tributo a un viaje a pie de más de 600 kilómetros y treinta y tantos días de camino.

Vuelve con ganas y muy contento por el reconocimiento que le han hecho en su tierra antes de partir con las 1.500 ovejas merinas que arribarán al puerto leonés entre el 21 y el 25 de junio.

Acompañado de su padre y sus tíos, además de un pastor como apoyo, el ganadero está en tratos para contratar a otro pastor para que le apoye en el cuidado del rebaño en el puerto durante el verano.

José Manuel Sánchez Miguel es el único ganadero que hace la trashumancia a pie desde Extremadura, trae a su rebaño a pastar en los puertos de Valverde de la Sierra, en el municipio de Boca de Huérgano.

El ganadero cumple, por segundo año, con una tradición milenaria que se rompió con el ferrocarril, los camiones y los cambios en la gestión ganadera. El año pasado estuvo en los puertos de Acebedo.

El cambio climático y la escasez de agua y pasto en Extremadura han motivado a este ganadero a hacer la trashumancia. También la tradición familiar, su padre fue pastor trashumante, le animaron a buscar en los puertos de León hierba fresca y agua para alimentar a su rebaño en el caluroso verano.

Con la expectativa de buenos pastos en el puerto leonés, tras una primavera lluviosa, el ganadero afronta la travesía trashumante con optimismo y, «de momento, sin lluvia, aunque hace frío», comenta por teléfono con el sonido del rebaño de fondo. Las ovejas traen con ellas la biodiversidad y a cambio de su comida, protegen el monte y mantienen un paisaje que han moldeado con su diente por siglos.