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JORGE DE PRADA DE PRADO

Catedrático de Enseñanza Secundaria y Bachillerato y Mediador

«Los conflictos nos están desbordando y la mediación es el camino para resolverlos»

Jorge de Prada de Prado condensa en un libro veinte años de experiencia en mediación. RAMIRO

León

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Un rol altruista

«El mediador tiene que escuchar, saber analizar y encontrar las palabras ancla para un acuerdo»

Jorge de Prada de Prado, catedrático de Educación Secundaria y Bachillerato y director del IES Ramiro II de La Robla, condensa sus más de veinte años de experiencia en la prevención de conflictos escolares en el libro La senda de la mediación. Guía práctica para formarse como mediador escolar y educativo , que presenta este jueves (20.00 horas) junto al profesor Manu Velasco y una representante de la editorial Narcea n el marco de la Feria del Libro de León. Desgrana los diferentes modelos de mediación, las definiciones, fases y las actitudes o estilos personales ante el afrontamiento de conflicto. Tiene otro capítulo dedicado a la comunicación, donde se detiene en la escucha activa y las técnicas de asertividad, para detenerse también en la práctica de la mediación escolar, las emociones y los casos prácticos.

—¿De qué se nutre esta guía para la mediación?

—He querido ofrecer un manual práctico a partir de lo mucho que hemos aprendido en 20 años, desde que empezamos con el programa de mediación escolar en el IES Ramiro II de La Robla. En este tiempo, además, he impartido un curso online (mediacionescolar.org) a más de 300 personas de España y Latinoamérica y he querido hacer accesibles a muchos autores de difícil acceso, a los que también he dado visibilidad en mi blog.

—¿La guía se ciñe únicamente a la mediación en la educación?

—El libro está centrado en el ámbito educativo y lo dedico al IES Ramiro II de La Robla, porque estar aquí me lo ha dado todo. Pero vale para cualquier persona que no sea experta dentro y fuera del ámbito escolar. Con la mediación se puede solucionar casi todo. Hace falta que las personas que intervengan estén formadas y que las partes implicadas quieran la mediación. La guía ayuda a relacionarse y comunicarse mejor, a entender las situaciones conflictivas, a ser competente para buscar soluciones creativas a problemas complejos, a ser más resiliente y sobre todo tendrá la capacidad de ayudar a otras personas a comprender y a resolver sus conflictos.

La experiencia

Veinte años en la mediación en el ámbito escolar y más de 300 personas formadas

—Empezaron con mucha fuerza, pero la mediación se ha ido perdiendo en las aulas mientras crecen los casos de acoso o buillying. ¿Qué ha pasado?

—La pandemia cortó el sistema. Pero las mediaciones, en nuestro centro, siguen funcionando. Bien es cierto que hemos formado a muchos centros y los equipos de mediación se han ido cayendo porque cambia el profesorado (en esto los concertados tienen la ventaja de más estabilidad de la plantilla). Ahora parece que Educación lo vuelve a retomar. Hay previstas dos sesiones para formar a inspectores. El artículo 151 de la Lomloe les encomienda funciones para participar en los procesos de mediación y resolver conflictos. También hay prevista una convivencia de centros de Castilla y León.

—¿Es importante que se vuelva a hablar de la mediación en un momento en que todo parece estar polarizado?

—La tensión es mucha y los jóvenes no son impermeables. Hay inquietud porque los conflictos nos están desbordando otra vez y la mediación es el camino para solucionarlos. Además es muy preventiva. Si tienes un equipo que está pendiente de la convivencia se puede prevenir el acoso. En La Robla, cualquier caso nos salta en muy poco tiempo. Pero si se deja, se convierte en un megaconflicto. Por eso se necesita un sistema de mediación con personas formadas. Los chicos y las chicas lo aprenden rápido y hacerlo les hace sentirse grandes, se empoderan y son proactivos. Cuando tiendes la mano y tienes un buen sistema, funciona.

—¿Cuántas personas tienen que estar formadas?

—Cuantas más, mejor. Nosotros formamos este año a 30 alumnos y alumnas de 1º y 2º de ESO, de un total de 80-85. No todos pasarán a formar parte del equipos, pero es una formación en competencias blandas que quedan en su vida.

—¿Se puede aplicar la mediación en un caso de buillying escolar acreditado?

—Cuando hay un caso de buillying certificado es muy complicado. El acosador nunca se va a poner al nivel porque piensa que el otro es inferior. Pasa igual con el racismo. Si un caso de buillying lo coges en fases incipientes, lo puedes parar. Otra cosa importante es que no podemos llamar acoso y buillying a cualquier cosa. Hay que detectar, calmar e intentar resolver y para esto debe haber alguien que facilite la mediación. A veces hay cosas que se resuelven pidiendo disculpas.

—¿Cuáles son las claves de la mediación?

—La mediación es voluntaria. El mediador tiene que encontrar las palabras ancla o clave para futuros acuerdo. Tiene que saber analizar y centrarse en los hechos reales, que a veces las personas implicadas no ven por lo que les ha ocurrido con la persona o por creencias. Los mediadores son una herramienta fundamental en un mundo que está lleno de tensión. La violencia gratuita no puede ser el camino. Dos días después de que se hiciera viral el vídeo del boxeador Antonio Barrul en el cine (pegó a un hombre al ver que estaba maltratando a una mujer) tuvimos un caso similar en el instituto. Pienso que si hubiera sabido que le estaban grabando no hubiera reaccionado así. Tenemos que prevenir cosas

. —A veces a los mediadores se les pone en el punto de mira, como ocurre con el caso de las negociaciones para la amnistía en Cataluña.

—La mediación se ha utilizado desde siempre. En el libro dedico un capítulo a la historia de la mediación. Entender la mediación es hablar de paz, de derechos humanos y de utilizar nuestras mejores cualidades como personas para ayudar al otro. El mediador es una persona altruista, no es el protagonista, ni un negociador, aunque a veces se le pone en el punto de mira. Son las partes las que ponen sobre la mesa los posibles acuerdos. La mediación ha ayudado a resolver conflictos internacionales del calado de los que vivieron en Sudáfrica, Irlanda, Ruanda o el País Vasco en España, donde se han llegado a producir encuentros entre víctimas y terroristas.

—’La senda de la mediación’, dice usted, podria titularse la magia de la mediación. ¿Hay fórmula mágica?

—Digo que quien lo lea y lleve a la práctica sus enseñanzas se convertirá en una persona capaz de hacer magia. Una magia en la que sus naipes serán los conflictos de las personas que necesitan ayuda para resolverlos positivamente y de manera pacífica. Una magia en la que los trucos serán las habilidades especiales que este libro le dará, que mejorará a las personas que mejorará a las personas a las que ayudemos y que también nos transformará y nos hará más sabios y comprensivos con el mundo que nos rodea.

Los límites

«En un caso de buillying certificado es muy complicado mediar. Hay que cogerlo incipiente»

—¿En qué se diferencia de otras publicaciones sobre el tema?

—No hay mucha literatura sobre la mediación y la mayor parte está dirigida a personas especialistas. La senda de la mediación está planteada con un lenguaje asequible y con casos prácticos que son el resultado de nuestra experiencia de veinte años. Entre los ejemplos prácticos hay casos de mediación entre alumnado, tanto chicos como chicas, pero también con algún miembro del claustro. La mediación se propone para todas las personas que puedan entrar en conflicto con independencia de rol que desempeñen en la comunidad educativa.

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