Sergio Ayala en León: «Priorizar el amor y el humor en mi empresa me hace ganar dinero»
«Cenizos fuera». Sergio Ayala, gerente de la primera empresa creada en Castellón con un liderazgo horizontal, ofreció este sábado la conferencia de clausura del II congreso autonómico de mascotas. «No quiero cenizos en mi empresa».
Lo critican todo, ponen pegas a las nuevas iniciativas, no son buenos compañeros, tiran por tierra todas las ideas si no son ellos los que la proponen y contagian al resto de los trabajadores de un ambiente triste. Así se distingue a un trabajador o un jefe tóxico, «cenizos», como los define Sergio Ayala, empresario y conferenciante, gerente de SAC Servicios, una empresa que se dedica a los montajes industriales que cuenta con setenta trabajadores y que fue la primera en Castellón hace 18 años en implantar un liderazgo horizontal. «A mí los trabajadores felices me hacen ganar dinero, por eso los cenizos, que los detecto en menos de tres meses, no me duran nada. Hay que sacarlos de la empresa», asegura en declaraciones a este periódico.
Sergio Ayala clausuró este sábado en León el II Congreso autonómico de pequeños animales promovido por el Consejo Autonómico de Colegios Veterinarios de Castilla y León y organizado por CEVE Castilla y León (Confederación Empresarial Veterinaria Española) y el Colegio Oficial de Veterinarios de León. Su charla Bienhumorados. Conferencia reinvindicativa de la humorización y buen rollismo en los puestos de trabajo busca incentivar el «amor y el humor» en las organizaciones laborales. «Las empresas son un reflejo del jefe que tienen, cada uno tiene la empresa que se merece».
En la organización horizontal no hay líderes que se impongan sobre el resto y las iniciativas se toman en asamblea. «Funciona, ya lo creo que funciona, yo no soy el que más sabe de mi empresa y me equivoco muchas veces, por eso me cuido mucho de contratar y rodearme de trabajadores que saben más que yo. Esa es la clave del éxito. Yo soy abogado y licenciado en Magisterio, pero con esta manera de organizar mi empresa puedo dirigir cualquier otra de otro sector, como una clínica veterinaria, como es el caso que me trae a León. La fórmula es válida para todas».
Ayala reconoce que esta organización empresarial le da beneficios. Su empresa factura cuatro millones de euros al año. «Pero no siempre ha sido así. Puse en marcha otras cuatro empresas antes y no me funcionaron. Yo tendía también a la negatividad, tuve que trabajar esos sentimientos tan básicos como la ira y el miedo, hasta que me di cuenta de que tenía que cambiar, de que había otra forma de trabajar y que lo prioritario era trabajar en un ambiente feliz. Luego llegaron los beneficios».
El primer paso para el éxito está en el momento de la selección del personal. «Decidí contratar a la gente, además de por su experiencia, por su optimismo y su actitud. Pocas veces me he equivocado y, si es el caso, duran poco en la empresa. En 18 años sólo he tenido que despedir a dos personas».
Las claves
Atender a la conciliación familiar y pagar un sueldo un poco por encima del convenio del sector son las claves para el buen funcionamiento de la empresa. «Si un trabajador necesita ir al médico o atender una necesidad familiar, eso es lo primero. El amor y el humor en la empresa me hacen ganar dinero, aumenta la productividad».
Mecánicos, electricistas, electromecánicos...una mano de obra mayoritariamente masculina– sólo hay una mujer en el departamento de montaje— en una empresa que sí cuenta con más plantilla femenina en la administración. «Es un sector muy masculinizado. La plantilla tiene un perfil joven, con una media de edad de 49 años.
Emociones tóxicas
La filosofía de Ayala es cuidar la salud emocional de sus trabajadores. «Todas las emociones básicas que tiene el ser humano son negativas, como la ira, la envidia o el miedo. Hay que trabajar esas emociones, aprender a soltarlas e ir derechos por el camino de la felicidad. La empresa es como una familia. Pasamos el 80% de nuestra vida trabajando. Después del sexo, comer y dormir, lo que podemos hacer para ser felices es reír. No podemos dormir y trabajar al mismo tiempo, pero sí podemos trabajar y reír. Trabajar y pasarlo bien. Yo huelo a los cenizos y en mi empresa acaban en los hornos, porque son verdadero cáncer, se pasan el día diciendo que todo está mal, que no va a funcionar. Yo no quiero ese ambiente. En todas las decisiones importantes de mi vida siempre he tenido una intención y una frase previa: «Lo hago y a tomar por culo», eso significa que arriesgo, que estoy dispuesto a darme el tortazo y levantarme todas las veces que sea necesario, esa es la actitud».
Primero, el optimismo
Gracias a la organización horizontal de su empresa, Ayala dedica gran parte de su tiempo a dar conferencias por toda España. «La primera vez que di una conferencia fue a petición de la Cámara de Comercio de Castellón, porque mi empresa era la única con una organización horizontal. Resultó que tuvo mucho éxito y me llamaban para más. Eso me ha traído a León, para explicar con amor y humor se pueden gestionar empresas felices y productivas».