Edificios singulares de León: Roma, 26

Trece años después de levantar el espléndido edificio de Ordoño c/v a Villafranca, en marzo de 1940, Francisco Javier Sanz firma esta nueva Casa de Vecindad para el mismo Baldomero Lobato en un solar de la Avda. de Roma, cuyas obras dirigió con Luis Sanz Fernández como aparejador. Proyectó el inmueble con estructura de muros de carga paralelos a la calle. Excavó un semisótano residencial hoy «anulado». El entresuelo para 2 viviendas y el portal con escalera para subir a cuatro niveles a fachada y un ático parcialmente retranqueado con otros 10 pisos dotados de comedor, cinco dormitorios, cocina, baño y aseo, relacionados por el tradicional pasillo central, las habitaciones vivideras a la calle y los servicios al patio. Dispuso el alzado principal simétrico y tripartito. Basamento revocado con sencilla portada Decó en el eje, los huecos del semisótano —hoy tapiados—, y un entresuelo que abre vanos arqueados entre otros adintelados. En el cuerpo principal, dos columnas laterales de ventanas enmarcadas por tiras de ladrillo flanquean un gran bloque, donde el paño central de fachada revestido de ladrillo oscuro con aparejo inglés, tendel profundo y llaga a hueso, abre balcones con barandillas metálicas —también Decó—, entre cuerpos cerrados y revocados a modo de miradores vinculados arriba y abajo por dos balconadas de obra, la de arriba ante un friso de vanos bordeados con ladrillo bajo una destacada cornisa y el ático que lleva a fachada pequeñas ventanas seriadas, igualmente enmarcadas entre pequeñas azoteas… El gran Javier Sanz, Arquitecto de la Hacienda Pública desde 1920 y destinado en León, compartió la vida leonesa con la madrileña, y las tareas administrativas con la profesión liberal y su afición a la pintura. Tras un tímido acercamiento a «nuestro Racionalismo de los años 30», en los 40 parecía retomar con entusiasmo las composiciones academicistas, agrupando huecos —generalmente seriados y recercados—, para conseguir la anhelada armonía, al combinar paños de ladrillo con otros revocados y destacar molduras, impostas, jambas, cornisas y demás elementos ornamentales… aquí, tan próximos a un otoñal Art-Decó, como adecuados a los gustos estéticos del nuevo Régimen.