Diario de León

Amputan manos y pies a una joven valenciana por una bacteria

Estudio de las bacterias en un laboratorio. CHEMA MOYA

Publicado por
silvia osorio
León

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Carla es una joven valenciana de 25 años a la que la vida le ha deparado un batacazo inesperado. Hace solo unos días acudió al hospital tras una intervención para extirparle un quiste, a la que siguió un cuadro de vómitos, fiebre y diarrea. Su estado de salud se complicó y acabó regresando a casa sin manos y sin pies.

Un infección bacteriana le provocó un fallo multiorgánico y los médicos decidieron inducirle el coma. La joven sufrió varias paradas cardiorrespiratorias, algo que complicó aún más su estado. «Cuando desperté habían pasado doce días. No podía mover ni los pies ni las manos», explicó en el programa de Antena 3 Y ahora Sonsoles .

Todo comenzó cuando la joven acudió al hospital para que los médicos llevasen a cabo una sencilla intervención, la extirpación de un bulto en la ingle. Al poco tiempo, comenzaron los vómitos y diarrea, algo que la llevó de nuevo al hospital. Los médicos le hicieron varias pruebas, y no detectaron nada, así que volvieron a darle el alta hospitalaria pese a no haber mejoría.

Tras una nueva visita al hospital, esta vez sí llegó el diagnóstico: una bacteria muy agresiva que había entrado en la sangre. Los médicos optaron por subirla a UCI e inducirla al coma, pues la situación empezaba a agravarse. La joven valenciana sufrió varias paradas cardiorrespiratorias, algo que complicó aún más las cosas. «Cuando desperté habían pasado 12 días. No podía mover ni los pies ni las manos», ha explicado.

La medicación fue tan agresiva que se le necrosaron las cuatro extremidades y tuvieron que amputárselas. Su pronóstico fue tan malo que los facultativos perdieron la esperanza y llegaron a pensar que no saldría de esta. «La médico llegó a decirles a mis padres que pasaran a despedirse de mí. Porque yo no salía de ahí», relató. Su novio no se separó de ella en ningún momento. Carla luchó hasta el final y pese a perder manos y pies, ha superado la enfermedad. Ahora trata de recuperarse en casa, pero necesita ayuda para todo.

Por culpa de la bacteria (se desconoce si se infectó en el hospital), ha tenido que abandonar su gran pasión: montar a caballo, una disciplina que practicaba desde los 8 años. Aunque sabe que su vida ya no volverá a ser la misma por culpa de las secuelas, la joven da gracias por poder contarlo y poder abrazar a su familia.

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