Las huellas de los seis fusilados de Matamala
La ARMH halla indicios de la fosa de los ‘paseados’ de Casares de Arbás
En el camino que unía la población Cubillas de Arbás, cruzando el Paraje Matamala hacia el desaparecido pueblo de Láncara de Luna, se han encontrado los primeros indicios la fosa común de seis vecinos de Casares de Arbas, ‘paseados’ por pistoleros franquistas en noviembre 1937.
Los casquillos de Mauser fueron los primeros indicios de que los restos de Sergio Alonso González; Laurentino Cañón Morán; Lisardo Febrero Rodríguez; Manuel Febrero Rodríguez; Tomás Rodríguez Martínez y Lorenzo Rodríguez Martínez se encuentran en la zona, tal y como han indicado las familias tras una ardua investigación en la que han colaborado vecinos de Casares de Arbás.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) inició los trabajos arqueológicos el martes con el primer hallazgo. Al no ser numerosos, se descarta que estos casquillos se deban a que la zona fuera parte del frente de guerra.
Ayer miércoles los indicios se hicieron más sólidos tras encontrar restos de unas botas de vestir y desarmadas por los efectos de la inhumación y el paso del tiempo. En el tercer día, el plan es ampliar el perímetro de la zona a explorar. Sin embargo, las dificultades del terreno, afectado por un manantial, hacen la tarea más complicada, admite el vicepresdiente de la ARMH y director de la exhumación, Marco González.
Los hombres asesinados pertenecían a la CNT y se dedicaban a diferentes actividades. Sergio Alonso González era ganadero y estaba casado con Belarmina Cañón, y Laurentino Cañón González era jornalero. Poco más se sabe de los otros cuatro, salvo que Manuel Rodríguez Febrero estaba soltero.
La zona donde se realiza la exhumación, de muy difícil acceso, formó parte del subsector San Pedro de Luna, La Magdalena, La Robla del frente norte desde el inicio de la Guerra Civil, tras el golpe de estado del 18 de julio de 1936. «Las fuerzas militares en esa zona no eran para nada numerosas, por lo que la misión se centró en dominar los posibles focos de resistencia republicana», señala el informe histórico de José Manuel Douton.
En Villamanín y Sena de Luna, las ofensivas y contraofensivas franquistas se produjeron a partir del 9 de septiembre de 1937 al mando del general Aranda en su plan de romper las líneas leonesas del frente norte y pasar a Asturias. El 22 de septiembre toman Villamanín y Cármenes y traspasan Pajares.
Los asesinatos de los seis vecinos de Casares de Arbás se enmarcan en la represión que sobrevino a estas batallas a manos de paramilitares y sin juicios.