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CORNADA DE LOBO. GARCÍA TRAPIELLO

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M erendilla de morcilla con nocilla se rifa en el horizonte de un León solo; solo o con leche y gotinas de orujo; solo o con nata escocesa para acabar la fiesta en faldas como Urracas empoderadas. Y es que ante la tarta a repartir no hay sólo un «León solo», hay varios Leones solos, quizá tantos como viejas hablas comarcales o las fronteras del interés y el desconocimiento: ¿qué sabe un riañés de un paramés y para qué se juntarían?, ¿qué le dice a un terracampino un lacianiego? Atenta la compañía, pues, ¡a redefinir, a repartirse la Ínsula Cazurra!... ¡y saque Sancho su bastón!... Ahí va primero el Bierzo reanimando el viejo ensueño, ser provincia primero y después la quinta gallega (Courel s’apunta), restaurando aquel interruptus que puso su capital en Villafranca en 1821. Y ya está el lío. Después se plantearán las Cabreras como Condado de Lemos si se ayunta Valdeorras. Y allá en lo alto, Sajambre-Valdeón, asturianía son, no les costará el copón, son su río y condición. Chaciana pedirá chacina de buey bien lamido. Tierra de Campos Góticos invocará a Leovigildo y pedirá ajuntamiento con el Campos palentino y zamorano, «tierra mal bautizada», escribió Torbado. Y quien no pueda ser provincia, se declarará comarca de acción singular por historia propia, por pendón de campaña mora y por llingua diferencial que exigirá salirse del lleunés normatíu y académicu por tener su lleunés privativu y muy endémicu. ¿Y cómo será esi Llión tras lograse su autonomía?, si es que sí aunque se borda en no, y tan sólo provincial en todo caso. Porque el cómo ha de gobernarse esto lo proponen ya hasta treinta distintos movimientos, partidos, plataformas, sindicatus, academies... treinta, mañana más, cada cual con su particularidad y conveniencia. Pero acabarán con la despoblación, se atraerá gran inversión de fuera, reducirán el paro, la transformación digital nos meterá en la carrera, la minería de tierras raras nos hará ricos y la Pícara Justina no dejará de cantar por las rotondas el « tanto vestido blanco, tanta parola, y el el puchero en la lumbre con agua sola ».