La tecnología, un arma para combatir la soledad no deseada
La mitad de los españoles considera que la tecnología, bien utilizada, puede ser una herramienta eficaz para luchar contra el aislamiento personal y social no deseado, un grave mal que condiciona la vida de uno de cada cuatro habitantes de este país y que se expande a una enorme velocidad. Solo el 30% no ve en estos dispositivos utilidad para combatir el problema. Es la respuesta cosechada por el Observatorio contra la Soledad No Deseada, el foro de investigación impulsado por la Fundación Once, a través del estudio con el que persigue determinar si, frente a este drama social y sanitario, los dispositivos digitales e internet son problema o solución y qué tipo de tecnología es la que de verdad rompe el aislamiento. Si es un arma para minimizar un mal que le cuesta a España 14.000 millones al año y que acrecienta los problemas psicológicos, reduce la autonomía personal, aumenta la exclusión social y multiplica las ideaciones suicidas.
Los más convencidos del beneficio de la tecnología frente al aislamiento indeseado son justo dos de los colectivos españoles que, junto a los jóvenes, más sufren la soledad crónica. Las respuestas afirmativas aumentaron con la edad, hasta llegar a un 62% de síes entre los mayores de 65 años, que piensan que algunos productos digitales hacen compañía y menguan la incomunicación, según la indagación en la que colaboró la empresa Nextdoor. También estuvieron especialmente de acuerdo en las ventajas los ciudadanos con algún tipo de discapacidad (55%), porque los dispositivos les permiten superar barreras de comunicación y de movilidad. No obstante, todos los que ven utilidad en la tecnología, incluidos los más convencidos, defienden que se trata de un instrumento efectivo, pero que no solucionará el problema salvo que se acompañe de otras medidas.
Encuesta
Ocho de cada diez destacan como virtudes fundamentales que les permite enlazar con determinados servicios locales que les ofrecen ayuda, que les proporciona información y les conecta con personas del entorno en el que viven y, en menor medida, les facilita el contacto con la familia y los conocidos.
¿qué echan en falta?
Pero no cualquier producto o dispositivo contribuye a romper el aislamiento. Los que ofrecen ventajas a entre siete y ocho de los preguntados son las ‘apps’ de mensajería y videoconferencias, las que les conectan con personas que tienen parecidos intereses, las que fomentan la ayuda comunitaria y las les conectan a personas del mismo barrio. El elemento común de las favoritas es que son instrumentos digitales que les sirven para engrasar el contacto entre humanos y, sobre todo, la convivencia de cercanía. Por contra, los dispositivos a los que ven una utilidad más escasa es a las redes sociales gigantescas y generalistas y al apoyo que pueden darle a los cuidados dispositivos como los robot o los asistentes virtuales.
El trabajo también pregunta al 30% de quienes no ven en la tecnología capacidad de paliar la soledad no deseada qué cambios o características tendrían que tener estos dispositivos para modificar su opinión. La gran mayoría reclamó que fuesen más accesibles y fáciles de usar, que garanticen la privacidad de los datos personales, que conecten más con el entorno del barrio y sus actividades, y que se adapten al máximo a las necesidades.