Manuel Seoane: «Hay clásicos que hoy serían manuales de autoayuda»

Los clásicos están a mucha distancia del siglo XXI. Pero siguen tan vigentes como en su tiempo en un mundo inestable en el que los miedos de entonces son ahora el temor a una pandemia, a las guerras más cercanas en Palestina o Ucrania o al malestar de la existencia.

Así lo cree el profesor de Griego de la ULE, Manuel Seoane Rodríguez. De la mano de dos escritores cristianos presentó el viaje del alma desde la perspectiva platónica —mundo sensible y mundo inteligible— de la que ambos son herederos y buenos exponentes.

Orígenes y Gregorio de Nisa, son estos escritores del siglo IV y III. Ambos propusieron a la cristiandad la elevación del alma en un viaje espiritual en sus obras Homilías al libro de los números y La vida de Moisés. «Gregorio de Nisa, que llegó a ser santo, planteaba el ascenso a la vida superior como un camino paralelo al itinerario de los israelitas que siguieron a Moisés», explica Seoane.

Orígenes plantea un camino de elevación espiritual en su Homilías al libro de los números, que es el cuarto libro del Antiguo Testamento. Según el profesor de la ULE, este autor fue «el mayor teólogo del cristianismo junto con San Agustín, pero la iglesia condenó sus escritos en el siglo VI» y no llegó a alcanzar los altares.

Estos escritores cristianos plantearon el ascenso del mundo sensible y corruptible al bienestar completo por un camino que inspiró la vida monacal que aún pervive. Pero más allá de la influencia que han tenido en la cristiandad, Seoane defiende la actualidad de estos autores como precursores de lo que hoy serían libros de autoayuda. Como Platón y como dijo Platón de Sócrates, plantean que «hay un alma que perfeccionar, desprenderse de lo que te ata, para llegar a lo más valioso de ti».

Algo muy parecido a lo que mucha gente busca en el budismo o el hunduismo y que está en las raíces de la cultura occidental, pero es totalmente desconocido.

«Es tan permanente la actualidad de la antigüedad —señala Seoane— que los miedos ante las guerras, la llegada de nuevas pandemias...» se asemejan a los que vivía la gente cuando cayó el Imperio Romano.

«Vivimos en un mundo móvil, sin estabilidad, todo lo que teníamos está desapareciendo. El siglo V tiene mucho de parecido a lo que estamos viviendo ahora», añade.

«Lo que permanece tanto en la obra de Orígenes como de Nisa es que ofrecen al lector la idea de que producen un beneficio espiritual, como los libros de autoayuda ofrecen hoy confort y ayuda en el ascenso al bienestar personal y emocional». Es una experiencia del ascenso continuo equiparable a las que se buscan con la práctica del yoga o las corrientes de comunión del ser humano con la naturaleza, explica el profesor.

Son «obras breves y enriquecedoras» y «nos sorprenden por lo bien preparados y prácticos que eran estos hombres de la antigüedad, que tendían al progreso espiritual de la persona». Seoane señala que «no hace falta tener una cultura filosófica o clásica» para acercarse a estos escritos, aunque están a la altura de cualquier filósofo. «Pueden producir la misma sorpresa que si lees la Odisea», admite.

Son filosofía cristiana, pero no hay que verlos solo en clave religiosa. «Los afronto desde un punto de vista filosófico y literario», explica el profesor, como «continuidad de un modelo interpretativo que perdura hasta nuestros días».

«En un mundo tan inestable ofrecen la posibilidad de alcanzar el mundo superior», agrega. Orígenes y Gregorio de Nisa vivieron la caída del Imperio Romano, de todo lo tradicional; de la misma manera que en este siglo XXI. «Nisa y Orígenes inspiran el nacimiento del monacato, que supone el apartamiento del mundo y la soledad, valores que están presentes en un deportista de élite en la actualidad»,

El curso que prosigue los días 4 y 5 de julio en el salón de grados de la Facultad de Filosofía y Letras aborda el viaje final en diferentes versiones. Desde El último viaje de Ulises en la Odisea, que presentó el profesor Jesús María Nieto Ibáñez a rituales de muerte de los indios de Brasil, la presencia de la muerte en la novela picaresca o en personajes como Dorotea, de Emilia Pardo Bazán. Jesús Paniagua disertó sobre El camino hacia la tercera edad: alegorías en el milenarismo franciscano. «La tercera edad, en la división del mundo cristiano, es en la que se alcanzaría la plena felicidad poniendo a las etapas de dominio del demonio o figura del mal». La tercera edad, después la primera, que coincidiría con el antiguo testamento y la segunda, la del milenarismo, se asocia con San Francisco y fue proclamada hasta por Carlos V.

El curso finaliza el viernes por la tarde con una visita a lugares cementeriales de León para los participantes presenciales.