Diario de León

Los pediatras alertan del efecto del sol en los niños

Los más pequeños corren un riesgo mayor a sufrir golpes de calor La Asociación Española de Pediatría pide precaución

Varios niños se refrescan en una plaza de la ciudad cántabra de Torrelavega. PEDRO PUENTE HOYOS

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Europa press
Madrid

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La Asociación Española de Pediatría (AEP) ha recordado la importancia de evitar los golpes de calor entre los niños, sobre todos en menores de un año, ya que su temperatura corporal puede subir de 3 a 5 veces más rápido que la de un adulto.

Este incremento tan rápido se debe a la menor reserva de agua del organismo de un niño y a que su mecanismo de sudoración es menos eficiente que el de un adulto. Además, el aparato respiratorio de los niños, que aún se encuentra en desarrollo, los hace más vulnerables al agotamiento por calor. La AEP ha recordado que un golpe de calor se produce cuando aumenta la temperatura corporal hasta un punto en el que el organismo no puede disipar el calor acumulado. Un niño que sufre un golpe de calor puede presentar mareos, vómitos, elevación de la temperatura corporal por encima de los 40ºC, cefalea (dolor de cabeza) o irritabilidad y taquicardia (aumento de las pulsaciones).

En los casos más graves, se pueden producir desmayos o pérdida de conciencia y convulsiones. Desde el Comité de Soporte Vital de la Asociación Española de Pediatría (AEP) avisan que también hay que estar atentos a otros síntomas como piel seca y muy caliente, fatiga (cansancio excesivo), debilidad, respiración superficial y rápida o calambres musculares.

«Una causa frecuente de golpe de calor en niños pequeños sucede cuando la familia les deja, por ejemplo, dentro del coche y sin ventilación, hay que saber que, con una temperatura ambiente de 39ºC, existen zonas en el interior del coche donde la temperatura puede alcanzar los 70ºC. Y con una temperatura ambiente de 29ºC, la temperatura interior aumenta casi 20ºC en los primeros 45 minutos de exposición», ha explicado el coordinador del comité Ignacio Manrique, quien ha alertadi que «esa temperatura tan elevada puede causar un golpe de calor con pronóstico muy malo para ese lactante o niño».

Desde la AEP han advertido de que en la sombra también hay peligro. «Los menores no deberían exponerse al sol en días de temperaturas elevadas, sobre todo en las horas centrales del día, aunque cabe recordar que aún bajo la sombrilla, la temperatura corporal puede ser muy alta. Se aconseja descansar en un ambiente fresco, utilizando aire acondicionado o ventiladores», han destacado.

Cuidado especial

La temperatura corporal de un niño puede subir de 3 a 5 veces más rápido que la de un adulto
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