La inestabilidad del IMV complica tener un techo
La inestabilidad del Ingreso Mínimo Vital (IMV) repercute en las familias que de pronto ven suspendida la ayuda y se quedan sin ningún tipo de ingreso. Este es uno de los principales que atiende Cáritas en personas que acuden en situación de vulnerabilidad en busca de ayuda para pagar la vivienda.
«Hay unos meses que se quedan en blanco y tenemos que intentar por todos los medios que no entren en procesos de desahucio, porque una vez que entran es muy difícil pararlos», precisan en Cáritas.
Y no sólo eso, sino que buscar una vivienda nueva que sea asequible se convierte en una misión casi imposible. «Para personas que manejan unos ingresos de 600-800 euros o incluso 400 euros, el acceso a la vivienda está muy complicado», recalcan la trabajadoras social de Cáritas.