Diario de León

Las mujeres fueron mayoría en el exilio leonés de 1937

De los miles de excombatiente y refugiados se han identificado 173 leoneses, de ellos el 65% fueron mujeres

Los ponentes Sergio Peña y Javier Revilla en el curso de verano de Cistierna. CAMPOS

Publicado por
JOSÉ Mª CAMPOS
León

Creado:

Actualizado:

El curso de verano «Historia y memoria. El exilio español de posguerra» que se está desarrollando en el museo del ferroviario de Cistierna trató el tema «Excombatientes, refugiados y exiliados ante la caída del Frente Norte» a cargo de los ponentes Javier Revilla Casado y Sergio Alberto Peña Pérez. Recordaron que la progresiva toma del llamado Frente Norte por parte de los sublevados en 1937 provocó la huida de miles de republicanos que vivían en las provincias afectadas: Vizcaya, Burgos, Santander, Palencia, Asturias o León.

Algunos se escondieron en edificios o en los montes, pero la gran mayoría embarcaron desde los puertos del Cantábrico, bien hacia otros territorios republicanos bien hacia países que les acogieron como refugiados.

En esta ponencia rastrearon principalmente distintas salidas por barco hacia Francia ante las caídas de Bilbao (19-06-1937), Santander (28-08-1937) y Gijón (21-10-1937). Gracias a la documentación que conserva el Archivo Histórico de Euskadi han podido investigar hasta 45 barcos que partieron de puertos del Cantábrico (Santander, Ribadesella, Avilés y Gijón), con llegadas a puertos franceses (Saint Nazaire, Pauillac, La Pallice-La Rochelle y El Havre).

La segunda de las ponencias correspondió al profesor de la Universidad de Santiago de Compostela, Emilio Grandio que habló sobre «Salvador de Madariaga: el exilio de la democracia liberal». Salvador de Madariaga es un personaje enormemente complejo, tanto por sus muchos años siendo un personaje absolutamente influyente en el ámbito demócrata occidental, pero también por su eclecticismo y pragmatismo en el planteamiento de propuestas. «Madariaga jugó un papel clave en que la oposición exterior al franquismo tuviera una línea de continuidad hasta la muerte del dictador…, sin duda, pero ¿hasta que punto la existencia de aquellos vasos comunicantes, de esas líneas confusas y ambiguas fue perjudicial para el exilio?».

El gran problema de la oposición republicana era que las Naciones Unidas tenían de ella un concepto de debilidad y fractura. Se había venido alimentando desde los meses finales de la II República antes de la sublevación militar de julio de 1936 por el servicio diplomático británico, de manera constante. «La política de no-intervención no fue sino la continuidad de este proceso. Y la impresión sobre esa legitimidad republicana seguía sin ser positiva en los momentos finales del conflicto».

Madariaga

El profesor Grandío analizó la complejidad de este personaje por su pragmatismo
tracking