Diario de León

La tatarabuela de León cumple 111 años

La larga vida de un buen corazón. Teresa Fernández nació un 29 de julio de 1913 en Zambroncinos del Páramo. Es la persona más longeva de León y ayer celebró su 111 cumpleaños en su pueblo.

Teresa Fernández cumple 111 años

Teresa Fernández cumple 111 años. María Fuentes

Publicado por
Laura Fierro Manso
León

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Unas gotas de alegría

A sus años, Teresa sigue tomando café y en ocasiones lo adereza con «una gotina» de orujo

Teresa Fernández Casado, la persona más longeva de la provincia y la quinta de España, cumplió ayer 111 años. Aunque ella asegura haber cumplido diecinueve. La supercentenaria es la más pequeña de ocho hermanos. Dio a luz a nueve hijos, de los que siguen viviendo seis, Ángel, Amancio, Felicísima, Ausibio, Manuela y Rosalina. Su legado familiar cuenta con once nietos, nueve bisnietos y un tataranieto a punto de cumplir dos años.

De pequeña cuidaba a las ovejas pero también fue a la escuela del pueblo, donde aprendió a leer y a escribir. «Tenía muchas amigas», comenta Teresa. «Aunque muchas ya caminaron», lamenta.

Siempre le gustó bailar. Cuando era niña salía a bailotear a la calle porque por entonces no había salones de baile. Se casó joven, con 18 años. Después de la llegada de su tercer hijo, llamaron a su marido a la guerra pero por uno de esos pequeños golpes de suerte de la vida, finalmente no tuvo que ir y con el tiempo llegaron otros seis hijos más.

Sus cumpleaños se celebran a lo grande. El domingo hubo una pequeña celebración con miembros de la familia pero ayer la fiesta fue más multitudinaria e incluso contó con algunos bisnietos.

Su hija más pequeña, Rosalina, de 73 años, asegura que sale «al corro» con sus amigas todos los días. Una de ellas es Marina, siempre fue su vecina de enfrente y acaba de cumplir 103 años.

En los últimos tiempos ha ido perdiendo visión pero antes disfrutaba de ver los programas del corazón en la televisión. «Los tenía a todos controlados, sobre todo a Belén Esteban», asegura su hija mientras Teresa sonríe.

Muchos le preguntan cuál es el «secreto de la longevidad». Rosalina afirma que «siempre ha comido de todo». Mientras que su hijo Ausebio cree que «debe de ser algo de los genes» ya que son muchas las personas de la familia las que alcanzan edades longevas. Y las alubias, «cenábamos alubias todos los días, algo tendrá que ver», añade el hijo. Aunque los dos coinciden en que siempre ha sido una persona muy tranquila y agradable. «A todo el que ve le llama guapo», explica Rosalina.

La respuesta de Teresa al ser preguntada qué hace para vivir tantos años es un sencillo «nada».

Se levanta todos los días a las 10.15, desayuna un vaso de leche con unas galletas y a veces lo acompaña de una ciruela. Sigue tomando café y en ocasiones lo adereza con «una gotina» de orujo.

Aunque su memoria se ha ido deteriorando con el paso del tiempo, hay cosas que no olvida. Recuerda el nombre de sus siete hermanos y las letras completas de canciones que marcaron parte de su vida. En particular una que cantaban para intentar frenar las tormentas: «Detente nube, detente tú. Que Dios puede más que tú», entona junto a sus hijos. Otra de las que recuerda dice: «Si quieres que te cante como cantaban los de la Laguna»

Además de las constantes visitas de sus numerosos familiares, en su pueblo, Zambroncinos del Páramo, que cuenta con tan solo 96 habitantes, recibe visitas diarias. «La puerta siempre está abierta y la gente entra a saludar», asegura su hijo Ausebio.

A pesar de haber vivido tres guerras, Teresa recibe a todos los que acuden a su casa a visitarla con una entrañable sonrisa que parece haber permanecido perenne durante sus 111 años de vida.

Y, aunque nunca lo sabremos, quizás uno de los secretos para poder vivir tantos años, es haber estado siempre tan bien acompañada.

Teresa Fernández junto a su hija Rosalina de Paz.María fuentes

Teresa junto a sus hijos. DL

Teresa acompañada de algunos familiares. MARÍA FUENTES

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