Los caballos tiran de Urdaibai
La Reserva de la Biosfera recupera la tracción animal para la explotación forestal y transformar el eucaliptal en un bosque de «cobertura permanente» en el futuro
Los bosques de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, en Bizkaia, han recuperado la utilización de caballos en la explotación forestal, un método tradicional de extracción de los árboles talados ya en desuso que protege el terreno frente a la maquinaria para mejorar así la calidad del agua de consumo. El proyecto europeo Life Urbaso ha puesto en marcha esta prueba demostrativa de bajo impacto en el suelo para el aprovechamiento del eucalipto con tracción animal en la cuenca de Karrakola, en Urdaibai. Con este proyecto se pretende transformar el eucaliptal en un bosque que en el futuro sea «de cobertura permanente», generando el menor impacto posible en el suelo, porque el primer objetivo es evitar la exportación de sedimentos a los arroyos por la erosión para poder disponer de un agua de consumo de buena calidad en la captación ubicada en Karrakola.
La coordinadora del proyecto, Nahia Gartzia Bengoetxea, del Centro Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario (Neiker), ha explicado que se trata de zonas «muy sensibles» en las que el objetivo es que la erosión sea «la menor posible» para reducir los sedimentos que llegan al agua.
«Para ello proponemos una selvicultura de cobertura permanente con el fin de no dejar el suelo desnudo, porque la energía de la lluvia puede soltar esas partículas de suelo que se pueden transportar y llegar a los cursos de agua generando la turbidez que dificulta el tratamiento y que el agua en boca sea mas costosa de potabilizar», ha precisado la investigadora.
Desde que hace más de dos años se inició el proyecto, los investigadores mantienen instalados en la captación de Karrakola distintas herramientas de toma de muestras de agua y medidores de turbidez, lo que debe permitir concluir si la transformación de la gestión forestal que se ha iniciado en ese espacio tiene un impacto positivo en la calidad del agua bruta.
Gartzia Bengoetxea ha resaltado que, en los sistemas forestales, para poder tener unos resultados «robustos» son necesarios largos periodos de monitorización, por lo que Neiker y la Universidad del País Vasco han asumido el compromiso de mantener la monitorización en la cuenca de Karrakola durante unos quince años.