Los médicos alertan de que las olas de calor agravan las enfermedades crónicas
La coordinadora del grupo de trabajo de Inequidades en Salud de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), Sandra Robles, ha advertido de que las olas de calor incrementan el riesgo de reagudizaciones y/o agravamiento de enfermedades crónicas; así como de la de la siniestralidad, incluidos los ahogamientos y las intoxicaciones alimentarias.
Las olas de calor incrementan los riesgos de deshidratación, edemas, calambres musculares y problemas de piel. Además, aumentan los accidentes cerebrovasculares y los partos prematuros.
En este sentido, defiende la importancia de la Atención Primaria, porque «la longitudinalidad ayuda a categorizar el nivel de riesgo de tener problemas de salud por efecto del exceso de temperaturas y poder iniciar acciones».
Algunas de ellas van desde la información de medidas preventivas hasta el seguimiento o activación de redes sociales/familiares, pasando por la revisión y adecuación de los tratamientos ajustándolos a las condiciones ambientales adversas», añade la especialista en medicina de familia.
Por otro lado, la experta alerta del impacto de las olas de calor en la población más vulnerable y que sufre pobreza energética. La SemFYC cita un estudio de la ONG Save the Children (Pobreza energética en familias con hijos e hijas a cargo en España) en el que se destaca que más del 10 por ciento de las familias evitan usar calefactores o aire acondicionado para evitar facturas elevadas.
En este sentido, la pobreza energética afecta especialmente a mujeres jubiladas que viven solas, familias monomarentales —especialmente las que se encuentran en situación de desempleo y no tienen niveles educativos superiores—, personas migrantes y minorías étnicas, así como a individuos con enfermedades crónicas o en situaciones de precariedad laboral, e incluso a las personas que viven de alquiler.
Así, recuerdan que, en los pasados años 2022 y 2023, las visitas a los servicios de urgencias médicos aumentaron un diez por ciento debido a las altas temperaturas, destacando así la necesidad de medidas de prevención y atención.
Los grupos de población más vulnerables a las olas de calor y las situaciones de riesgo asociadas a ellas son las personas mayores, especialmente las encamadas o con limitaciones de autonomía; los menores de 4 años, lactantes y embarazadas; así como los que tienen enfermedades crónicas o agudas concomitantes.