Diario de León

El 80% de los alérgicos vacunados en León se inmunizan contra las picaduras de avispas y abejas

Inmunización y adrenalina. Las picaduras de las avispas y las abejas pueden provocar reacciones graves que comprometen la salud y la vida. La vacunas y las inyecciones de adrenalina son antídotos eficaces para las personas alérgicas, aunque el jefe de Alergología del Hospital de León advierte: «No hay una solución que sea 100% eficaz».

Las picaduras de las avispas son más frecuentes en la zona rural que la urbana. En la imagen, un avispero, el mayor riesgo de sufrir una picadura. JAVIER QUINTANA

León

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«No hay una solución 100% eficaz para protegerse de las picaduras de los himenópteros». El jefe del servicio de Alergología del Hospital de León, Juan Luis Estrada Rodríguez, advierte de que las únicas soluciones para las personas alérgicas al veneno inyectado por avispas y abejas son evitar la exposición y tomar todas las precauciones antes de salir al campo. «La práctica totalidad de las picaduras se producen en la zona rural porque los entornos urbanos no suelen tener ese problema».

En el área sanitaria de León hay actualmente 150 personas que se están vacunando para evitar las graves reacciones que provocan las picaduras de algunos de estos insectos, tras haber experimentado ya los síntomas y las reacciones adversas sufridas después del primer picotazo. Estos 150 pacientes representan el 80% del total de las personas alérgicas a cualquier otra sustancia que necesitan una inmunización. «Son prácticamente la mayoría», asegura el especialista, que defiende que la vacuna es un tratamiento eficaz.

El reciente fallecimiento en León de un guardia civil de 55 años tras la reacción alérgica que le causó una picadura de avista, lleva a este especialista a recomendar que se extremen las precauciones. «Aunque la persona que es alérgica lleva consigo toda la medicación necesaria y esté preparado, hay un 5% de casos en los que la medicación o no hace nada o no se tolera. Las reacciones son de tal severidad que incluso una vez en el hospital el paciente corre el riesgo de morir».

«Lo más recomendable es evitar el contacto, vacunarse y llevar siempre las dosis de adrenalina recomendadas por si se sufre una picadura con reacción alérgica que puede ser de tal severidad que ponga en peligro la vida». Por eso, también aconseja que no se vaya nunca solo al campo. Y, sobre todo, llevar siempre el antídoto, que suelen ser inyecciones de adrenalina.

La adrenalina el antídoto que ha demostrado su eficacia para frenar las anafilaxias, las reacciones severas que provocan las picaduras de las avispas y las abejas. Los alergólogos recomiendan también las vacunas.

Aunque se puede ser alérgico a las avispas y a las abejas, las dos a la vez, lo normal es que no sea así ya que las proteínas del veneno responsable de la alergia en ambas son diferentes.

En aumento

Juan Luis Estrada no duda en asegurar que las alergias a las picaduras de avispas y abejas «van a aumentar», un incremento que atribuye al descenso de la vacunación durante la pandemia del covid. «Apenas se prescribieron nuevas vacunas para las alergias durante dos años», asegura, lo que anticipa un aumento de las reacciones alérgicas en personas que no estén protegidas. La mayoría de los pacientes alérgicos a las picaduras de estos insectos que están bajo control médico en el Hospital de León tienen entre 40 y 60 años. «Al Hospital llegan cuando ya han tenido una reacción grave, bien porque se trasladan directamente a urgencias o porque son derivados por el médico de Atención Primaria. En la provincia de León hay un alto porcentaje de alérgicos a las picaduras de los himenópteros en comparación con la poca población que hay en la zona rural».

   La vacuna está recomendada para las personas que tienen una reacción grave «no se suele prescribir cuando hay una respuesta leve a las picaduras, como son las alteraciones locales en la piel, aunque si los síntomas son muy incómodos sí se puede administrar la vacuna». El 90% de las personas que se vacunan van a tolerar una picadura sin ninguna reacción alérgica, lo que demuestra la eficacia de la inmunización.

Una reacción generalizada grave con síntomas como dificultad para respirar, mareos, eritemas (inflamación) en la piel, hinchazón de los párpados, labios y lengua, urticaria y problemas digestivos «son indicación para prescribir una vacuna y antídotos».

Cada año mueren 24 personas al año en España por la reacción de las picaduras de las avispas y las abejas, según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).

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