Edificios emblemáticos de León: Casa Alonso Pereira
M anuel Costilla y Picó, titulado en 1907; en 1910 construía la primera Central Telefónica de España en el nº1 de la madrileña calle de Alcalá, pequeño edificio ecléctico-modernista que le reportó cierta prestigio. El mismo año ingresó en el Cuerpo de Arquitectos de la Hacienda Pública. Destinado en la Delegación de León, ejercía como Arquitecto Jefe del Catastro cuando, en marzo de 1931, firmó los planos de una Casa de Vecindad para José Alonso Pereira en el solar nº7 de Ordoño II… Costilla proyectó el inmueble con estructura mixta de muros de carga de ladrillo, y pilares y vigas de hierro en cinco crujías. Sin sótano. La planta baja con tiendas en fachada, almacenes al fondo y una vivienda para la portera, además del portal con escalera de tres tramos y moderno ascensor en su ojo para subir a cuatro plantas con 8 pisos distribuidos por vestíbulo y largo pasillo entre la calle, un patio interior y otro trasero con las habituales y soleadas galerías. Dispuso la fachada principal revocada, simétrica y tripartita. Basamento con los huecos de las tiendas —hoy destrozados por los escaparates comerciales—, y una sencilla pero bella portada arqueada con atractivas hojas de madera y forja. El bloque central en tres niveles de vanos jerarquizados: balaustres abajo, barandillas metálicas arriba y balcones en el eje flanqueados por frentes simétricos con miradores de obra y carpinterías de madera entre vanos con vistosas dovelas dibujadas. Y sobre una imposta, ventanas seriadas y dos balcones sobre los cuerpos volados. Cuatro estilizadas pilastras de tramos rugosos ordenan la fachada y «sostienen» una cornisa bajo peto ciego, pedestales con palmetas y un destacado frontispicio curvo, entre pináculos y ménsulas, que corona la composición… A principios de los convulsos años 30, Costilla Picó, lejos de apuntarse a la modernidad racionalista, parecía seguir transitando «trillados caminos eclécticos» de raíz academicista, para ofrecernos una fachada equilibrada, con discreta ornamentación y pulcritud en los detalles, muchos de ellos de inspiración Decó, que conferían al edificio una imagen refinada y elegante, muy del gusto de ciertas clases medias acomodadas en aquel León republicano.