Diario de León

Retrasar la jubilación aumenta el riesgo de morir

Un año de demora eleva la amenaza de muerte entre los 60 y los 69 años en las ocupaciones con esfuerzos más físicos

Una persona mayor camina por las calles de Bilbao. LUIS TEJIDO

Publicado por
Amparo Estrada
León

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Retrasar un año la salida del mercado laboral aumenta significativamente el riesgo de morir entre los 60 y los 69 años, según una investigación de Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) realizada sobre un extenso archivo de datos administrativos sobre historiales laborales de individuos en las cohortes nacidas de 1935 a 1955 que la Seguridad Social ha hecho accesible a los investigadores. El riesgo se concentra especialmente en los sectores y las ocupaciones físicamente más exigentes y las sujetas a un mayor nivel de estrés emocional y mental, y es mucho menor para los individuos que tienen acceso a mecanismos de jubilación parcial que les permiten reducir sus horas de trabajo a partir de determinada edad.

Los investigadores (Cristina Belles-Obrero, Sergi Jiménez-Martín y Han Ye) aprovechan la reforma española de 1967, que modificó la edad de jubilación anticipada en España en función de la fecha en la que los individuos comenzaron a cotizar al sistema de seguridad social, endureciendo así el acceso a la misma para un subconjunto de cohortes. En particular, aquellos que comenzaron a cotizar antes del 1 de enero de 1967 podían jubilarse voluntariamente a partir de los 60 años, mientras que el resto (con algunas excepciones) tenían que esperar hasta los 65 años. Comparando a los individuos que comenzaron a cotizar 12 meses antes y después del 1 de enero de 1967, encontraron que los individuos que comenzaron a cotizar en 1967 retrasan su salida del mercado laboral en casi medio año y es más probable que soliciten pensiones parciales y de invalidez para abandonar el mercado laboral antes de que esté disponible la pensión regular. Lo más sorprendente es que vieron que también tienen más probabilidades de no reclamar ninguna pensión, debido principalmente a su muerte antes de poder cobrarla

Los investigadores señalan que encontraron muestras de mortalidad considerables y concluyen que retrasar un año la salida del mercado laboral aumenta el riesgo de morir entre las edades de 60 y 69 años en 4,4 puntos porcentuales (38%). Las respuestas a la mortalidad son más fuertes entre las edades de 60 y 64 años (60%) cuando las pensiones públicas no son accesibles. Esto sugiere que el aumento de la mortalidad se debe principalmente al efecto inmediato de perder el acceso a planes de jubilación anticipada.

Un análisis más detallado muestra que las personas que trabajaron en empleos peligrosos, arduos y de bajo valor personal antes de jubilarse sufren más en términos de mortalidad, aunque retrasan la jubilación en menor medida.

Las mujeres

Las mujeres retrasan la edad del último empleo en 1,1 años, mientras que los hombres retrasan sólo alrededor de cuatro meses. Sin embargo, se constata un impacto similar en la probabilidad de morir entre los 60 y los 69 años por género, lo que sugiere que los hombres sufren más por trabajar más tiempo.

Además, el estudio muestra que permitir que los trabajadores reduzcan gradualmente su carga de trabajo puede incentivarlos a permanecer más tiempo en el mercado laboral sin afectar negativamente a su esperanza de vida. «Como no está claro si existe un efecto de simetría entre adelantar y posponer la edad de jubilación, nuestros hallazgos sobre el efecto en la mortalidad de retrasar la jubilación son particularmente relevantes», señala el estudio, que insta a examinar los efectos distributivos de las reformas de las pensiones teniendo en cuenta las consecuencias para la salud y la mortalidad.

Más tiempo

Las mujeres retrasan la edad del último empleo en 1,1 años y los hombres sólo cuatro meses
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