León se calza los zapatos de la vejez para empatizar con los mayores
Simulador de edad. Un artilugio que la Fundación Cepa ha adquirido para la asociación Activos y Felices mejorará la empatía con las personas mayores. Los jóvenes sentirán en carne propia las limitaciones de una edad que ven lejana.
A Ignacio le decían que si andaba borracho por la calle. Este hombre de 58 años hace diez que fue diagnosticado de párkinson, aunque los síntomas empezaron antes. Ha vivido en carne propia la incomprensión de los síntomas de su enfermedad.
Ayer asistió a la presentación del simulador de edad que la Fundación Cepa ha adquirido para los proyectos intergeneracionales de Activos y Felices y aplaudió la idea de que los jóvenes, los cuidadores e incluso los familiares se calcen los zapatos de las personas mayores y entiendan cómo se sienten.
La Fundación Cepa apoya este proyecto «precioso», dijo la directora, Nuria Alonso, con una ayuda de más de 3.000 euros del plan de actuación de 2024 de la entidad. Ella misma experimentó en carne propia los temblores de manos que produce el párkinson.
Se trata de tecnología alemana para mejorar la empatía de la ciudadanía hacia las personas mayores. Unos guantes con sensores recrean en personas sanas este síntoma de la enfermedad que convierte en un reto cotidiano acciones tan cotidianas como coger un vaso de agua.
Varios tipos de gafas simulan la visión borrosa de las cataratas y las distorsiones visuales de la degeneración macular o la retinopatía diabética. Un chaleco que pesa cerca de 17 kilos hace sentir la carga que sienten algunas personas o los problemas para girarse. Unas pulseras expresan la rigidez en muñecas, brazos y rodillas y unos zapatos con suelas muy blandos y curvados hacen sentir el desequilibrio, como si se anduviera sobre un colchón de goma.
En total, suman 36 kilos de peso que ayudan a sentir las dificultades con las que se desenvuelven en la vida cotidiana muchas personas mayores o con discapacidades sin haber llegado a esa edad. Los diferentes componentes producen un efecto que se aproxima mucho a las capacidades de las personas.
Activos y Felices pondrá a prueba este simulador con niños y niñas de 11 y 12 años en el colegio San Claudio de León el próximo 1 de octubre en una actividad intergeneracional con motivo del Día Internacional de las Personas Mayores. «Haremos un test a los niños sobre la vejez antes de probar el simulador y otro después para ver cómo cambia su percepción». explicó Belén Aren.
«Somos una asociación pequeña y buscamos proyectos innovadores», señaló Belén Aren en la presentación del simulador de edad en la Fundación Cepa de León. Activos y Felices tenía «el sueño» de «conseguir que las personas jóvenes se pongan en los zapatos de las personas mayores para que puedan empatizar con la vejez», subrayó.
Pero no solo las personas jóvenes. La asociación busca también mejorar la empatía entre el personal sanitario, el voluntariado y los equipos de trabajo en la empresa. «Todos vamos a ser mayores y Activos y Felices quiere cambiar el modelo de sentir y vivir la vejez».
«Ahora entiendo como está mi abuela», son las respuestas de alguna de las personas que las ha probado. El simulador «es una forma de ponerte en los zapatos de las personas mayores», señalaron en la presentación. Alicia, fisioterapeuta de Activos y Felices, y Lisa, profesora, son las encargadas de la demostración de este simulador de edad que se llevará también a centros de día, residencias para que profesionales sociosanitarios mejoren su empatía. Belén Aren tiene intención de involucrar a las empresas. «Si los jóvenes entienden lo que les pasa a sus compañeros de más edad, mejorará el ambiente de trabajo y la productividad», subraya.
Las escuelas universitarias de Ciencias de la Salud y Trabajo Social también son candidatas a sesiones con el simulador. «Se necesita empatía y se logra cuando sabes lo que está sintiendo una persona o con capacidades limitadas, o sufren patologías que no son muy objetivables», añade.