«Yo sigo siendo yo»

No se ocultan y salen a la calle para responder todas las dudas que genera la enfermedad de Alzhéimer. En el grupo Helen de la Asociación Alzhéimer de León están personas afectadas por la enfermedad que alzan la voz para eliminar prejuicios. En el grupo están personas conocidas, como el ex alcalde del PSOE en San Andrés del Rabanedo, Miguel Martínez, como otros pacientes que se unen para tomar las riendas de su vida.

«Yo sigo siendo yo», dice alto y claro Senén, uno de los integrantes del grupo que ayer respondía a las preguntas de las personas que se acercaron al espacio habilitado por la asociación en Botines. «Estuve mucho peor que ahora, las reuniones y las actividades en las que participo en la asociación me hacen sentirme mejor. Las actividades en el Centro Alzhéimer nos dan la vida».

«Lo primero que hice cuando me dijeron que tenía alzhéimer fue ir a ver a Flor Juan». Miguel Martínez, ex alcalde de San Andrés del Rabanedo, respondía así a una señora que le preguntó por el impacto del diagnóstico. «En León tenemos muy buenos profesionales que nos ayudan en esta situación tan delicada, no es fácil, pero tenemos fe en la investigación. Están avanzando en cosas, pero no es fácil. Estoy encantado en la asociación. Soy consciente de que estoy perdiendo poco a poco mis capacidades, pero eso forma parte de la evolución de la enfermedad».

María Luisa tiene 78 años y una fase leve de alzhéimer. «No acordarme de las cosas me da mucha rabia. He llorado mucho pero hay que seguir adelante. El aspecto personal y sentirse bien con uno mismo es muy importante. Cuando mis hijos me dieron el diagnóstico del psicólogo me dijeron que era una noticia que no era fácil de dar, pero que yo podía con todo y me indicaron que fuera la asociación. Cuando llegué allí y vi que había tanta gente mal pensé que a mí me pasaría lo mismo, pero después todo ha ido bien. He hecho más cuentas de multiplicar y dividir que en toda mi vida y hasta he escrito un libro con mi vida. Me lo paso tan bien que somos como una familia» y recuerda anécdotas de su juventud. Sin embargo, a veces no recuerda lo que hizo hace dijo hace cinco minutos. «Tengo una mujer que me ayuda dos veces en semana en casa. La comida la preparo yo y la compra la hacemos entre mi marido y yo. Cuando mi marido me dice que me he dejado la luz o el fuego encendido le digo que si yo lo he encendido que lo apague él».