Diario de León

Avda. Padre Isla, nº130. OVIDIO PRIETO, 2024

León

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León, octubre de 1975. Julio González Alaejos firma este edificio para la Constructora Leonesa de Viviendas S.A. en un solar de esquina con gran desnivel de la entonces Avda. 18 de Julio —hoy Padre Isla— c/v a Manuel de Cárdenas, cuyas obras dirigió con Juan Martínez Guisasola como aparejador. Proyectó una estructura de hormigón. Sin sótano. La planta baja parcialmente escavada con locales comerciales y la sala para instalaciones generales al fondo. El portal con la escalera rodeando al ascensor que sube a un primer nivel para aparcamientos y a ocho plantas más —las dos últimas retranqueadas y escalonadas—, con 21 viviendas —una de ellas dúplex—, encajadas entre las calles y un patio posterior. Trazó los alzados a la calle con voluntad tripartita. Basamento de dos plantas: en la baja, la portada por Padre Isla entre los escaparates de los locales y en la primera, los estrechos vanos verticales del garaje con su acceso rodado por Manuel de Cárdenas. El cuerpo principal distinguido por las viviendas. Y en lo más alto, los áticos retranqueados… Julio Alaejos resolvió la intersección oblicua de ambas calles en diente de sierra con el escalonamiento por Padre Isla, justificado por la geometría, pero también por una mejor orientación y soleamiento, y esa voluntad de manifestar al exterior la distribución interior. Durante las obras, el proyecto sufrió modificaciones. Las fachadas, concebidas revocadas, se levantaron con ladrillo visto, se aumentaron los escalones por Padre Isla, se varió la disposición inicial de algunos huecos para enfatizar el plegado del muro y la verticalidad de la composición, y se alteraron los ritmos pautados por tendederos, galerías y terrazas —hoy acristaladas—, que recortan los escalones de esquinas redondeadas con innegable expresividad plástica potenciada por la textura de los materiales y el atractivo juego de luces y sombras de esta dinámica fachada que Alaejos trazó huyendo de la fría y monótona regularidad funcionalista… ¡Puro expresionismo setentero leonés!

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