5.200 euros en bocadillos de cecina para Salud Mental
A cuchillo por una labor solidaria. Veinticinco profesionales procedentes de distintos puntos de España, entre los que había tres mujeres, cortaron cecina para montar 150 metros de bocadillos y recaudar fondos para que la Asociación Salud Mental de León renueve el equipamiento de las viviendas supervisadas.
Salud Mental León renovará el equipamiento de las 19 viviendas supervisadas que gestiona en la provincia, y mejorar la calidad de vida de las ochenta personas que viven en ellas, con los 5.200 euros recaudados este domingo en una actividad solidaria de récord organizada por Agustín Risueño con A! Cuchillo. Veinticinco profesionales procedentes de distintos puntos de España acudieron a la convocatoria para cortar cecina con la que se montaron 1.100 bocadillos, de los que se vendieron 1.040.
Mientras los maestros y maestras (había tres mujeres) cortaban cecina, un grupo de una veintena de voluntarios de Salud Mental elaboraban los bocadillos con el pan cedido por la empresa Unión Panadera San Andrés, y lograron construir 150 metros del bocado de uno de los productos gastronómico estrella de la provincia.
La idea de esta actividad solidaria, que vuelve a poner a León en el foco mediático y colabora con una buena causa, partió de Agustín Risueño, que lanzó la propuesta a sus amigos y conocidos cortadores que suelen colaborar con las causas solidarias. Veinticinco respondieron casi a la primera «porque sabemos que lo que piensa Agustín siempre está bien organizado», asegura Juan Marco ‘Promofilo’ que sólo corta a cuchillo en eventos solidarios. «Mi profesión es otra, vendo cuchillos pero no soy buen cortador». Aún así, este alicantino afincado en Madrid lleva, a sus 80 años, quince eventos solidarios en sus manos.
Ramiro Caldevilla es asturiano del Concejo de Corvera. «La causa de la salud mental es muy importante y todo lo que sea aportar por una buena causa merece la pena. Mi abuela decía que llevarse bien es gratis».
Las tres profesionales femeninas del sector llegaron desde Toledo, Vallladolid y León. María Risueño, hija del organizador, no dudó en apuntarse a la causa «para ayudar a mi familia» aunque a sus 24 años estudia Nutrición.
Luisa Sanz Medina se desplazó desde Valladolid. Es cortadora profesional de jamón, cecina, salmón ahumado, queso y embutidos. «He venido porque me gusta tener contacto con los compañeros de otras provincias y porque me parece una buena causa. Risueño ha hecho mucho por la cecina de León. Yo soy de Valladolid y este años hemos cortado cecina en doce bodas, cada vez se da más a conocer».
Desde Toledo llegaron la pareja formada por Gloria y Carlos. Gloria es paraguaya y está aprendiendo el oficio y Carlos Muñoz, cortador profesional, ya ha participado en ocho récords, entre ellos el que consiguió León con la cecina en su año de Ciudad Gastronómica. «Todos los récords a los que voy se organizan a favor de causas solidarias, como el cáncer de mama, la ELA o la salud mental».
«Todos son amigos míos», dice Agustín Risueño. «Mi empresa lo organiza, con la participación de colaboradores, y aporta las 25 cecinas que se van a cortar. Todo lo recaudado irá íntegro a Salud Mental León porque sin salud mental no hay bienestar social».
Rosa Conde, gerente de Salud Mental León (antes Alfaem) mostró su satisfacción con una iniciativa que no sólo tiene un beneficio económico. «Cada vez que se organiza un acto solidario como este hay muchas personas que se acercan a conocernos para saber qué hacemos y muchas personas que están pasando por un problema de salud mental se atreven a contarlo». Menores, adolescentes, adultos, personas mayores «todos, algún día o de una manera u otra, pasamos por algún problema de salud mental y hay que saber que existe una red pública de apoyo, a la que se pueden acercar a pedir ayuda y apoyos profesionales».
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Conde aprovecha el evento para reclamar más profesionales en salud mental. «Todos los planes y protocolos funcionan muy bien en papel, pero faltan medios, profesionales. La pandemia sirvió para que entendamos qué son los problemas de salud mental, pero los recursos son insuficientes porque las necesidades de los jóvenes, los niños, los mayores y los trabajadores han cambiado».