Asprona rompe el protocolo
Una gala inclusiva. Asprona León sube una vez más a sus usuarios al escenario del Auditorio este miércoles para convertirlos en los protagonistas absolutos de los sesenta años de actividad. Noelia, José Luis, José, Inmaculada, Miguel, Borja y Alexandru son las caras visibles, generosas, capaces y luchadoras protagonistas del evento.
Noelia Criado copresentará la gala que Asprona celebra mañana miércoles 2 de octubre para conmemorar el sesenta aniversario de la asociación en León. En el escenario estarán también compañeros suyos usuarios de Asprona, como Borja, que toca la batería con el grupo Los Combos y actuará en la gala. O José Luis, que maneja las castañuelas y baila jotas en el grupo de Bailes Tradicionales de la Escuela Municipal de León. Dos usuarios, José González Ferrero e Inmaculada Lozano Huerta, recibirán la llave de la inclusión en la comunidad por el modelo de cesión de uso de la vivienda que hicieron sus padres para la inclusión de personas con discapacidad intelectual. Asprona reconocerá con ‘la llave de la inclusión’ a siete personas y entidades que han demostrado su apoyo en diferentes ámbitos «y han sido cómplices de la evolución de esta asociación en sus sesenta años de actividad en León». Los siete recibirán una figura diseñada por otro usuario de la asociación, Alexandru Ochoa Bustillo, que a sus 19 años ha demostrado sus actitudes para el dibujo. Alexadru es el autor del diseño que representa en primer término una gran llave de color verde, el de Asprona, que es introducida por un león en la puerta principal de la Catedral.
La gala rompe este año todos los protocolos. Los asientos de las primeras filas estarán reservados en la misma proporción para las autoridades y para los usuarios de Asprona. «Los sentaremos a todos juntos», un paso más para normalizar a una sociedad diversa.
Tras sesenta años de atención a las personas con discapacidad intelectual, Asprona cuenta con más de 1.000 socios, el respaldo de 1.300 familias, más de 400 profesionales, de los cuales el 25% tienen discapacidad intelectual, más de 30 centros de trabajo, más de 750 plazas de atención en centros, 300 servicios de apoyo a domicilio y 800 proyectos de vida con apoyos. Para el mantenimiento de todos estos servicios contó en 2023 con un presupuesto de 9,3 millones de euros.
Copresentadora
Noelia Criado tiene 29 años y mañana se subirá al escenario para copresentar la gala. «Estoy tranquila», dice encogiéndose de hombros. Noelia ya está acostumbrada a exponerse en público porque también es actriz de teatro con la obra Temporada de Chapiñones, un grupo inclusivo en el que participan actores profesionales con personas con discapacidad intelectual. Noelia vive en una vivienda tutelada de Asprona con otras siete personas. «Mi aspiración es pasar a una supervisada y después llevar una vida independiente». Pedro Barrio, gerente de Asprona, asegura que la asociación tiene una asignatura pendiente «para reforzar la presencia escénica de Noelia», que lleva diez años en un programa de transición para la vida adulta, acaba de terminar el itinerario de limpieza y trabaja en el Centro Especial de Empleo.
Batería
Borja Grant Mainés es un virtuoso de la música. Tiene un trastorno del espectro autista y a sus 35 años toca la batería y la guitarra. Actúa con el grupo Los Combos, con los que ensaya en el CHF. En la gala interpretarán la canción de Coti Nada fue un error. Además, trabaja en el Centro Especial de Empleo montando rodamientos de las ventanas. Borja es huérfano. Desconoce quién es su padre y su madre, panameña de nacimiento, falleció tras una accidente doméstico. Desde que cumplió la mayoría de edad pasó a estar tutelado por Asprona, pero toda su infancia estuvo al cuidado de las monjas Carmelitas Teresa de San José. «Nunca me dijeron dónde estaba enterrada mi madre y quiero tenerla cerca. Gracias a Asprona me he enterado que está en Ponferrada y hemos hecho los trámites para trasladar su cuerpo a León, quiero tenerla cerca para poder ir a visitar su tumba».
Toda la vida con Asprona
Las familias González Ferrero y Lozano Huerta recibirán la ‘llave de la inclusión en la comunidad’ que otorga Astorga por la cesión de uso de sus viviendas tras su fallecimiento para que sus hijos y otras personas con discapacidad intelectual puedan vivir en ellas. Ese es el caso de José González Ferrero que ahora tiene 60 años y está jubilado. Lleva toda una vida vinculado a la asociación. «En Asprona he aprendido bastantes cosas», aunque siempre vivió con sus padres, de los que cuidó hasta que fallecieron. Ahora sigue viviendo en su casa, gracias a la cesión de la vivienda que hicieron sus padres, un hogar supervisado en el que convive con otras personas. «Me gusta hacer recados para Asprona, salgo con los monitores para participar en actividades de ocio, a las excusiones, voy a natación, a todo lo que me pidan».
La familia Lozano Huerta recibirá este mismo reconocimiento por la misma razón: cesión de uso de la vivienda para Asprona. En este caso, la hija del matrimonio, Inmaculada, decidió no vivir en la casa para alejarse de los recuerdos que tenía de la buena convivencia que en ella tuvo con sus padres.
«La preocupación de los padres que son mayores es dónde y cómo van a vivir sus hijos que tienen una discapacidad intelectual y dejan una disposición en su testamento para que Asprona gestione la vivienda en cesión de uso para que sus hijos sigan viviendo allí».
Dibujante
Alexandru Ochoa Bustillo, de 19 años, tiene un trastorno del espectro autista llamado Asperger de alto rendimiento. Lo que más le gusta es dibujar. En Asprona están convencidos de sus altas capacidades como pintor, pero su exigencia y perfeccionismo le llevan a rechazar cualquier protagonismo y mucho menos autorizar que se expongan sus obras. Álex vive con su padre en León y visita a su madre en Santander en vacaciones y algún fin de semana. «Soy autodidacta. Me gusta dibujar todo lo relacionado con mi tierra, Cantabria. En este dibujo que he hecho para Aprona lo más importante es la llave de la inclusión», un diseño del que ha salido la figura en 3D para entregar a los galardonados en la gala. «Utilizo lápiz y carboncillo. Me fijo en las cosas y se me quedan enseguida en la cabeza, luego las pinto».
El más veterano
Miguel Pellón García tiene 64 años. Es el más veterano del grupo. En la gala recibirá una mención especial a la trayectoria y vinculación con la entidad. Es hijo de José María Pellón Navarro, socio fundador con el número 4 y primer secretario de la asociación. Su sello personal es un guiño de ojos con el que se gana el cariño de las personas que lo conocen por primera vez y es su forma de entablar el primer acercamiento. Ese guiño estará representado mañana en la gala en la que se entregarán las llaves de la inclusión en educación, en el deporte, en el empleo, en la cooperación y asociacionismo, en la accesibilidad y en la comunidad.
El bailarín
La pasión de José Luis Rodríguez es el baile, concretamente la jota. «Me gusta bailar y estar activo». También toca las castañuelas. En la gala actuará con el grupo de baile tradicional de la Escuela Municipal de Música, con la profesora Deli al frente. «Llevo desde pequeño. Me gusta mucho, me fijo en los pasos y disfruto mucho». José Luis vive con sus padres y la atención constante de sus hermanos. Ahora está jubilado y participa en talleres de pintura y psicometricidad.
Asprona ha cambiado con la evolución de la sociedad. En 1964 dio sus primeros pasos como Asociación Pro-Subnormales, creada por padres y madres preocupados por el futuro de sus hijos e hijas que en esos años no tenían cabida en la sociedad. «Durante sesenta años se han logrado muchos avances, algunos impensables. Pero aún es muy largo el camino por recorrer. Los tiempos cambian, evolucionan y nosotros tenemos que hacerlos con ellos para no quedarnos atrás», aseguran desde Asprona.
«El el año 2024 tendremos el presupuesto más alto de la historia de la entidad y está situación nos obliga a afianzar las fuentes de financiación que apoyan nuestras iniciativas para que podamos seguir construyendo un proyecto de futuro sólido, solvente y que perdure en el tiempo».