«Voy a caminar a las faldas del Teleno para superar las tragedias que veo aquí»
Silvia Ceruelo tiene 51 años, uno más de los que cumple el Hospital de Parapléjicos de Toledo, que se ha consolidado como un referente nacional e internacional en el tratamiento e investigación medular.
Ceruelo nació en León, pero a los 8 años se trasladó a Madrid con su familia. «Pero mi arraigo, mi lugar de seguridad, está en un pueblecito de la Maragatería (se emociona) que se llama Priaranza de la Valduerna. Es mi vida. Siempre que me puedo escapar voy, tengo allí familia, toda mi gente, salvo mis padres que están aquí. Voy siempre que puedo, en vacaciones, Navidades, puentes, fines de semana... cada vez que necesito cargar pilas me voy a caminar a las faldas del Teleno. Es mi sitio para respirar. Si tengo un mal día me visualizo en mi montaña de León. Ahora mismo pienso en la chimenea, en caminar, respirar y cruzar el río Duerna».
Estudió en la Universidad Autónoma de Madrid y se formó como especialista en el Hospital Clínico San Carlos. «Cuando haces la especialidad de médico rehabilitador tienes la posibilidad de rotar en el Hospital de Parapléjicos y vine dos meses a formarme. Cuando llegué me enamoré de este hospital, del ambiente que se respiraba, de las ganas de vivir que contagian los pacientes y el personal. Cuando acabé la residencia y después de llevar un año dando tumbos de un lado a otro, conseguí entrar y llevo ya 21 años. Como directora médica, desde julio. Estoy aterrizando».
Sus principal proyecto es cuidar al personal del centro. «En este hospital cada uno sabe lo que tiene que hacer. Nuestra prioridad es el paciente e, independientemente del jefe, el hospital funciona. Mi función como coordinadora médica es coordinar todos los servicios médicos y quirúrgicos e intentar que tengamos una vida un poco más sencilla porque, aunque los protagonistas son los pacientes, también sufrimos con ellos. Son piedritas que cargan una mochila que pesa mucho. Como directora médica quiero cuidar a mis compañeros, que tengan una vida mejor para atender mejor a los pacientes». En el Hospital trabajan 700 profesionales y cien investigadores.
La red familiar es importante para pacientes y para profesionales. «He hecho una entrevista de trabajo y lo primero que le he preguntado es si tiene a alguien en casa para poder contar lo que se lleva del hospital. Cuando llego a casa necesito contar lo que he visto, llorar o reír si me acuerdo de una anécdota».