Un centro infantil tan grande como la Torre de Babel
Igualdad de oportunidades. El programa IRPF Conciliación de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades colabora con el Hogar de la Esperanza para lograr el éxito de la escolarización temprana y facilitar la conciliación entre la vida familiar, laboral y personal.
La igualdad de oportunidades en la vida empieza antes del nacimiento. Las criaturas nacidas en familias con riesgo de exclusión empiezan su trayectoria vital y cultural en desventaja con el resto de los menores. El acceso a la educación es uno los retos para conseguir incluso antes de que comience la educación obligatoria a los seis años.
Uno de los proyectos educativos para reducir la desigualdad en León es el que tiene en marcha la Fundación Secretariado Gitano y el Proyecto Educativo Hogar de la Esperanza con el objetivo de facilitar la conciliación de la vida laboral, familiar y personal a las familias que están en riesgo de exclusión. Un total de 43 niños y niñas que tienen entre 0 y 3 años se han incorporado este año al programa que financia la Consejería de Familia de la Junta de Castilla y León a través del IRPF Conciliación, y que ha contado con un presupuesto de 60.000 euros.
Gracias a ese dinero, las familias de esos 43 niños y niñas pueden beneficiarse del servicio de comedor y del transporte escolar. «Unos servicios que si no estuvieran financiados supondrían un coste para las familias que rondaría los 300 euros mensuales», asegura Raquel Simón, responsable del Centro de Educación Infantil Hogar de la Esperanza. La Consejería de Familia subvenciona los servicios complementarios como el comedor, el transporte y madrugadores».
Procedencia
Los niños y niñas que se benefician de este programa proceden de familias caboverdianas, colombianas, marroquíes, venezolanas y españolas en riesgo de exclusión, mayoritariamente de la comunidad gitana de León.
El Centro de Educación Infantil Hogar de la Esperanza, situado en el barrio de las Ventas fue inaugurado en 1985 y desde 2022 está gestionado por la Fundación Secretariado Gitano. «Hasta los seis años la enseñanza no es obligatoria y por eso los hijos de las familias en riesgo de exclusión pueden quedarse fuera para adquirir hábitos para llegar al colegio a los seis años con el mismo nivel que el resto, lograr la escolarización temprana y revertir los datos de finalización de la escolarización obligatoria obteniendo el título de graduado en ESO. Además, hace posible la conciliación para que las familias, sobre todo las mujeres, puedan incorporarse al mundo laboral», asegura Raquel Simón, Para conseguir ese objetivo es necesario también trabajar con las familias. «Con las familias realizamos talleres que están dirigidos a reducir la brecha digital y facilitar la interculturalidad».
El programa está dando sus frutos. «Antes de 2022 nos traían a los niños y niñas a partir de los 18 meses y ahora vienen más pequeñitos, desde los nueve meses».
Un autobús del centro recorre los barrios de León donde viven las familias con más riesgo en el alfoz y llega a barrios como Armunia y Michaisa para trasladar a los niños al centro situado en Las Ventas. «Gracias a este programa y la ayuda podemos llegar a las familias que se encuentran en riesgo de exclusión y ofrecemos comedor con cocina propia y descanso a los que no podrían acceder debido al alto coste que supone estos servicios y que las familias que tienen pocos recursos no pueden afrontar».