Un cobijo frente al frío, talleres y café

Hassan es marroquí y tiene 43 años. Hace cinco años llegó a España en busca de trabajo. Está a la espera de regularizar su situación para trabajar. «Sin papeles no hay trabajo y si no tienes un trabajo no te dan papeles. Las personas que vienen tienen que saber que es muy complicado estabilizar la situación. Me he preparado con cursos de hostelería y cuidados de mayores, pero hasta que no tengan los papeles no puedo trabajar. No es cuestión de suerte, es que algo tiene que cambiar». Después de un periplo por varias ciudades, hace quince días recaló en León. Entra por primera vez al Centro de Día Concepción Arenal, gestionado por la Sociedad San Vicente de Paúl en León y la Fundación Alimerka, que en la tarde de este lunes abrió sus puertas de nuevo—y este es decimotercer año— para dar cobijo frente al frío a las personas transeúntes.

«El año pasado tuvimos problemas de convivencia por tres o cuatro personas que no respetaban las normas. No vamos a permitir que entren si notamos que vienen bebidos o tras el consumo de alguna sustancia. Unos pocos no pueden alterar al resto que vienen a pasar unas horas tranquilas», asegura la directora Sefi Herrero, que programa actividades de ocio para que los usuarios del centro participen en talleres de bricolage o manualidades.

También es la primera vez para Marco, que llegó a León hace veinte días desde Lérida. Tiene 38 años y vive en la calle. Hoy llega para tomar un café y aprovecha para recargar el móvil.

Laurentino Mico es rumano. Tiene 65 años. «Paso muchas horas en la calle, me cuesta andar porque tengo mal la cadera y el frío me afecta mucho. Hace un mes que está en León y hoy se sienta en la mesa del centro de día para tomar un café.

No es un día de mucha afluencia porque en la calle hace buena temperatura, pero las visitas aumentarán cuando el frío arrecie hasta el 30 de abril. Los voluntarios de San Vicente de Paúl —turno de dos personas de mañana y tarde— atendieron el invierno pasado a 225 personas en situación de vulnerabilidad. Las estadísticas muestran que el dispositivo cumplió con un grado de ocupación elevado en los 176 días de actividad, con 11.000 estancias. El perfil de usuario es mayoritariamente masculino (179 hombres y 46 mujeres). La mayoría eran españoles, aunque se registraron personas de hasta 20 nacionalidades, destacando los de origen marroquí, colombianos y rumanos.

El rango de edad mayoritario de los hombres es el de 46 a 54 años, mientras que las mujeres están entre los 30 y los 45. El cambio de perfil se refleja en el aumento de jóvenes de 18 a 24 años, que tuvo un «notable» aumento el invierno pasado.

Sefi Herrero agradece la labor de las personas voluntarias—más de 50— y destaca la colaboración de la Hermandad de Jesús Divino Obrero. El centro abre de 10.00 a 13.00 horas y de 16.00 a 19.00. El fin de semana sólo por la tarde y el café se sirve a las 16.30 horas.