Dos investigadores echan por tierra, 143 años después, parte del estudio de Charles Darwin
Los científicos encuentran una anomalía en la teoría de la evolución
Cuando las especies compiten, los individuos que se adaptan con más rapidez ganan; pero si la relación es cooperativa, los que evolucionan con más lentitu
Ahora, el profesor de zoología Carl Bergstrom, de la Universidad de Washington; y Michael Lachmann, investigador del Instituto para Matemáticas en las Ciencias del Instituto Max Planck, de Alemania, han encontrado indicios de que la cooperación entre especies diferentes a veces da ventajas a los individuos más lentos para cambiar. Bergstrom y Lachmann dieron a su hipótesis el nombre de «efecto del Rey Rojo», porque en parte se apoya en un modelo matemático construido sobre la teoría de la evolución en el cual pusieron a un Rey Rojo y una Reina Roja -especies que cooperan- en lados opuestos de un tablero de ajedrez. Pero también se apoya en la observación de especies concretas, como las hormigas y las Lycaenidae, la mayor familia de mariposas que cuenta con muchas especies diferentes. La relación entre esas especies de hormigas y mariposas es beneficiosa mutuamente: las hormigas protegen a las orugas de las Lycaenidae contra los predadores, y los gusanos gastan buena parte de su energía produciendo azúcar y excreciones ricas en proteína que alimentan a sus protectores. En el juego matemático, el Rey Rojo es paciente y se mueve lento, y la Reina Roja es impaciente y se mueve rápido, y ambos negocian dónde se encontrarán. Ambos quieren viajar lo más lejos posible, pero el rey explica que está en desventaja, porque es lento y puede moverse sólo un cuadro por vez. La reina puede moverse tantos cuadros como desee, pero cede y encuentra a su esposo en el lado de éste en el tablero. La conclusión de este «juego matemático» es que en el curso de una negociación entre partes que cooperan, en la cual una de ellas tiene escaso margen de maniobra, la otra está forzada a ceder más si las dos han de continuar su relación. «Cada vez que algunas hormigas evolucionan y salen a buscar algo mejor, eso estimula a las orugas para que ofrezcan más. Pero si las hormigas no se van en busca de un trato mejor, eventualmente se adaptan a aceptar menos». «Las especies que evolucionan rápido ceden a la presión más que las que evolucionan lentamente», agregó.