A Rocinante

Por el río abajo bajan dos tablas intarabinculinculadas; el destarabinculinculador que las destarabinculinculice, buen destarabinculinculador será... A ese. Vótale a ese. Y en caso de duda, a la más tetuda. Y si más que duda es titubeo, vota Judas Macabeo. Y si estás en confusión, vota al que no tenga colchón, pues propende a sestear quien se acomoda al jergón. Pero si estás escocido, vota bebido; ante una urna borracha, no te veas tú impedido. En caso de aturdimiento, vota al tonto y votarás ciento. Y si no tienes luz en el barrio, vota a Olegario. Si les vieras muy modorros, que vote Prim y ponte el gorro. Si buscas gente decente, también son ganas de complicarte. Si no encuentras cosa clara, vota azufre y vota vara. Si al meterla te has vendido, con sacarla no has cumplido (de esta vida sacarás lo que metas, nada más; y si es voto corrompido, a la mierda la prometido). Si tienes atribulada conciencia, mucho abstenerse y paciencia. A las duras y muy maduras, ya no las vota ni el cura. A la pija y al compuesto, vota que vuelvan la cesto. Al que trincó y al gañán, que les vote el sacristán. Al de cohecho en el pecho, patadita y por derecho. A quien mamó y colocó no le brindes otra teta, pues con arte y mala treta chupará lo que no chupó. Y cuando votes no cantes, que aunque triunfes con tu voto, tu elegido se hará un coto en senda de mucho elefante; y te convertirá en cantante de mañanas y revocos, cantautor de soplamocos y mamporrero elegante. Y si fuera un gran chorizo quien el voto te reclama, no les des sombra ni cama o te hace allí un chamizo. Y si es raposa o es gato el que demanda tu apoyo, que se vaya al cuerno un rato y dile que votas a Goyo, que tiene el chico buen rollo y en el mejunje es cegato, no hace caso al aparato y cree que es faisán el pollo. No confíes en el listo que te prometa tres puentes; en este pueblo no hay río y a él le sobran cien dientes, cincuenta con los que jala y cincuenta con los que miente. En cuanto a la torti de ese cartel, vótala el chirri y votarás pastel; y siendo concejalina, al cumplir con su papel, contratará de madrina a su amiga Maribel... que, mira por dónde, es tu prima. En fin, querido votante, mira detrás, mira delante, piensa de más, sube al pescante, coge la tralla, fustiga al mangante, vuelve a pensar, leche al farsante... y si no quieres un antes, llama al Quijote y votarás Rocinante.