No hay dinero para pagar a las familias que cuidan enfermos

Remunerar a los familiares que procuran atenciones a enfermos y ancianos descabalaría la dotación del sistema nacional de salud. Un estudio patrocinado por la Fundación BBVA estima que si se trasladara a la Seguridad Social el 10% del coste de los cuidados que se prestan en los hogares, el presupuesto de Sanidad tendría que experimentar un incremento del 70% sólo en el capítulo de personal. En el libro Los costes invisibles de la enfermedad, de María Ángeles Durán, catedrática de Sociología y profesora del Instituto de Economía y Geografía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), se asegura que la atención socio-sanitaria constituye un yacimiento de empleo todavía sin explorar. Los cuidados que se procuraran por espacio de más de cinco horas diarias pueden equivaler en el mercado de trabajo a 650.000 empleos a jornada completa. Durán puso de manifiesto que las mujeres que tradicionalmente se han dedicado a cuidar a enfermos y ancianos han envejecido y son ellas las que ahora demandan prestaciones de esta naturaleza. El contingente de mujeres cuidadoras no ha sido reemplazado debido a la feminización creciente del mercado de trabajo, por lo que urge «inventar soluciones».