Bollos, hamburguesas y grasas han sustituido en el menú de los pequeños a legumbres, fruta y cereales
La mitad de los niños españoles tiene una dieta alimentaria deficiente
España conserva aún la ventajas de una alimentación más tradicional y menos «moderna» que otros países del entorno, pero la diferencia se acort
Según los datos del estudio «enKid. Hábitos alimentarios en la población infantil y juvenil española», editado por la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), menos de la mitad de los jóvenes españoles (entre 4 y 24 años) tiene «un buen nivel de alimentación», explicó Lluis Serra, presidente de esta entidad y catedrático de Medicina Preventiva. El resto presenta carencias o hábitos inadecuados, y de él, un 4% está muy lejos de recibir una alimentación adecuada. Sobre esta realidad y las alarmas que de ella saltan, la SENC ha auspiciado el I Encuentro de Madres y Padres sobre pautas alimentarias saludables en la población infantil. En este foro, especialistas en nutrición, pediatras y psicólogos coincidieron en la necesidad de reconducir una situación que, aunque conocida, no se aborda con el debido rigor y urgencia. Los desajustes alimentarios -recuerdan- son la principal causa del desarrollo precoz de enfermedades crónicas y degenerativas, y factor importante de un crecimiento desequilibrado de los menores. Los expertos subrayan lo evidente, si los niños españoles han abandonado los patrones de dieta mediterránea es por la deserción previa de los adultos. Las prisas en una sociedad acelerada, el acceso de las mujeres al mercado laboral, y la proliferación de platos preparados y establecimientos de comida rápida, de escasa calidad nutricional componen un círculo vicioso que es responsabilidad de los padres romper. «Cambiar los hábitos alimenticios está en manos de los padres», recalcó Serra. El desayuno, como primera comida del día, resulta crucial. Sólo el 25% de la población infantil y juvenil ingiere fruta o zumo natural. El resto del día la cosa tampoco mejora. El 80% de la chavalería ingiere un 35% más de grasas de las aconsejables, procedentes en buena parte de productos como la bollería industrial, comida rápida y otros. En cambio, «nos quedamos muy cortos en fruta y verdura», apostilló Javier Aranceta, responsable de la Unidad de Nutrición Comunitaria del Ayuntamiento de Bilbao. En lugar de las 5 raciones aconsejables al día, la media española está en 2''6. También se olvidan los cereales y las legumbres. La SENC pretende contribuir al retorno a los buenos hábitos con la publicación de una Guía práctica con recomendaciones a los padres.