Diario de León

La ciudad de Zaragoza permanece hoy en estado de alerta ante la llegada de la riada a medio día

La crecida del río Ebro saca de sus casas a 1.500 personas en Aragón

La mayor crecida del Ebro desde 1961 obligó ayer al desalojo de los 1.500 vecinos de tres localidades zaragozanas. Protección Civil, la Diputación Ge

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Colpisa - ZARAGOZA.

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El alcalde de Pradilla, Luis Eduardo Moncín, emitió a las 15.00 horas un bando instando a los vecinos a dejar sus casas, llevando ropa, medicinas y documentos. El consistorio recomendó a los vecinos cortar el gas y la electricidad antes de dejar sus viviendas, cuya vigilancia ha quedado encomendada a la Guardia Civil. A bordo de cuatro autobuses y vehículos particulares, los 600 vecinos de Pradilla fueron realojados en casas de amigos, domicilios particulares y en el polideportivo de Tautes. Protección Civil, la Diputación y la CHE decidieron hacer lo mismo en las localidades de Alcalá del Ebro y Cabañas del Ebro, ambas aguas abajo. Los 295 vecinos de Alcalá fueron trasladados hasta Pedrola, donde se habilitó el polideportivo, mientras que los 620 habitantes de Cabañas fueron conducidos a Alagón, donde se realojaron en casas, el polideportivo, una residencia de ancianos y hoteles. El secretario de Estado de Aguas, Pascual Fernández, visitó Novillas, en el límite de la provincia de Zaragoza con Navarra. Según Fernández, la situación es «excepcional» y anunció que está prevista la llegada de la crecida a Pradilla. El responsable de Aguas dijo que la riada llegará a Zaragoza capital, a unos 30 kilómetros de distancia, sobre las 15.00 horas del viernes. La avenida tendrá una altura de 5,5 metros y un caudal de unos 3.000 metros cúbicos por segundo. El Ayuntamiento de Zaragoza ha cortado diversas calles y ha comenzado a limpiar el cauce del Ebro que bajaba con un caudal próximo a los 2.200 metros cúbicos por segundo. Asimismo, el desbordamiento ya a comenzado en diversos polígonos zaragozanos, mientras que los habitantes han comenzado a tapiar las puertas de sus viviendas. La Generalitat de Cataluña ha declarado la alerta del plan Inuncat ante el riesgo de inundaciones. El Gobierno catalán vigila con atención el cauce del Ebro y el posible deshielo de la nieve caída días atrás en el Pirineo. Los mayores problemas podrían tener en el río Segre, afluente del Ebro, que recibe todas las aguas de la cordillera.

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