Una mujer en apuros

Desde que subió la temperatura de las pantallas de todo el planeta con su intensa intervención en Instinto básico, la cinta de Paul Verhoeven en la que compartía protagonismo con Michael Douglas, la carrera fílmica de Sharon Stone ha ido desarrollándose en proporción inversa a su popularidad. Tras unos inicios en los que parecía que se iba a especializar en encarnar heroínas en películas de acción, suyos fueron los papeles de Las minas del Rey Salomón, Action Jackson y Desafío Total, Stone decidió echar toda la carne en el asador y aceptó intervenir en la polémica cinta del autor de Delicias turcas. Tras el comentado cruce de piernas en el que se podía comprobar que la estrella no usaba ropa interior, esta actriz nacida en Pennsylvania en 1958 se encontró en el ojo de un huracán mediático que pedía nuevas dosis de escándalo. Dispuesta a demostrar su valía y capacidad como actriz, comenzó a desarrollar una filmografía en la que se alternaban géneros y registros dramáticos en títulos como Sliver, Rápida y mortal, El especialista, Diabólicas o The Mighty. El punto álgido llegó de la mano de Martin Scorsese y su film Casino. Su exquisita recreación como la sufrida esposa de un mafioso Robert De Niro le valió una candidatura al Oscar y la obtención de un Globo de Oro. En Beautiful Joe, la cinta que se podrá adquirir con Diario de León a partir de mañana a un precio de seis euros, da vida a una madre soltera con una azarosa existencia en la que se mezclan los espectáculos de strip-tease, las apuestas ilegales y los actos delictivos. La aparición en su vida de un apocado florista irlandés, que tras decidir comenzar una nueva vida se lanza a la carretera en busca de nuevas sensaciones, trastocará el devenir vital de una mujer que decide huir a Las Vegas para escapar de un mafioso local al que debe dinero. El escritor y guionista Stephen Metcalfe, autor de Un toque de infidelidad y Jacknife, debuta en la realización de largometrajes con una producción en la que también intervienen Billy Connolly, Gil Bellows, Jurnee Smollett, Ian Holm y Dillon Moen. Utilizando todo de tipo de pelucas, maquillajes y efectos luminotécnicos, Sharon Stone demuestra su valía para el género cómico al tiempo que reivindica su espléndida madurez física. Aunque el perfil del personaje entre en el prototipo más trillado (mujer con mala suerte que lucha por sacar adelante a sus hijos), la actriz consigue dotarle de la suficiente contención e inteligencia para que adquiera mayor peso dentro de la trama. Un ejercicio agradecido que sorprende y divierte por la buena química que desprende la pareja protagonista.