Hallados en La Coruña los cadáveres de un matrimonio sin signos externos de violencia
Los cadáveres de Cándido Riveiro Mallo, de 38 años de edad, y su mujer, Herminia Carballeira, de 41 años, fueron hallados ayer en el interior de su domicilio, ubicado en Bastabales, en La Coruña, sin signos aparentes de violencia. Los dos cadáveres fueron encontrados por el hijo del matrimonio y por efectivos de la Guardia Civil, que se desplazaron al lugar del suceso alertados por una vecina que desde hacía varios días no veía aparecer a las dos víctimas por la casa. La mujer relató que decidió avisar a la madre de la mujer fallecida, con la que viven los cuatro hijos del matrimonio. Uno de ellos, de unos 17 años, llamó a la puerta pero no obtuvo respuesta por lo que entró por una ventana y se encontró a sus padres muertos en la cama. De momento no se descarta ninguna hipótesis sobre la posible causa de la muerte. Fuentes de la investigación confirmaron que la presencia de un generador eléctrico en el domicilio permite apuntar como posibilidad más factible la muerte por inhalación de monóxido de carbono. Alrededor de las doce del mediodía, una amiga del matrimonio avisó al hijo y a los efectivos de la Benemérita ante las sospechas de que pudiera haberles ocurrido algo ya que, a pesar de que el coche del matrimonio seguía aparcado ante el domicilio, no había visto movimiento en la casa ni se había encontrado con ellos. Alrededor de las tres de la tarde el juez de guardia decretó el levantamiento de los cadáveres, que fueron trasladados al tanatorio de Bertamiráns donde se les practicará la autopsia para determinar la causa de su muerte.