Decenas de tejas están rotas o levantadas, por lo que las goteras amenazan el templo, de estilo gótico
Musgo y líquenes cubren como un manto verdoso las gárgolas. De fondo, se divisa el antiguo edifico de correos
Una de las impresionantes vistas de la ciudad de León que se divisan desde los maltrechos tejados de la catedral
Mientras el taller de vidrieras lleva dos años cerrado por falta de presupuesto, son muchas las que requieren una urgente restauración
Imagen de la plaza de Regla, recientemente peatonalizada, donde se alza majestuosa la catedral
En algunas torres del templo, como la de la imagen, las lluvias han provocado el desprendimiento de las piedras
Las hierbas y el musgo taponan los canales de desagüe
Otra de las estampas que se aprecia desde las alturas de este templo, levantado en el siglo XIII
El tejado de la catedral es un gran 'harapo', lleno de agujeros
Parece el estado de una casa ruinosa, pero lo cierto es que se trata del tejado de la catedral leonesa, única en Europa
Otra de las piezas que prenden del templo
Decenas de tejas rotas permiten al agua filtrarse sin ningún obstáculo
Las 'peligrosas' cigüeñas han vuelto a 'acampar' en los pináculos de la catedral
El desgaste de la piedra es importante, tal y como se aprecia en las imágenes tomadas desde el tejado
Bajo la mirada impasible de las gárgolas, la catedral leonesa se 'descompone' lenta e inexorable, ante la pasividad de las administraciones públicas
Así se encuentra un incontable número de tejas en la techumbre de las naves
Los canales de los arbotantes están cegados por la maleza, acumulada en todos los rincones de la construcción
La catedral, en el futuro, podría acabar como Puerta Obispo (a sus pies), siendo únicamente una ruina del pasado
Desde hace tres años, el templo aguarda el dinero de la Junta de Castilla y León para llevar a cabo los arreglos más urgentes, como el de la techumbre
La vegetación y el musgo se adhieren como segunda piel a la piedra. En la imagen, la parte interior del templo
Maderas podridas y tejas inservibles no consiguen 'resguardar' a la catedral de sus peores enemigos
La catedral es un 'enfermo crónico' que precisa cuidados permanentes