Peligra la vida de la niña embarazada después de ser violada en Costa Rica

La noticia estremeció a la opinión pública nicaragüense y a los medios de comunicación que han seguido de cerca el drama de la pequeña Rosa, presuntamente violada por un joven en Costa Rica, mientras sus padres se encontraban trabajando. La niña, que fue trasladada a Nicaragua con 15 semanas de gestación, presenta un embarazo de «alto riesgo» debido a que padece el síndrome de «hipertensión estacionario», que se presume está relacionado a su corta edad y al estrés al que ha sido sometida por el escándalo. Otras complicaciones La junta médica que evaluó su condición física en el hospital infantil Fernando Vélez Paíz de Managua confirmó que la niña también padece una infección renal y otra de transmisión sexual que podrían provocarle tarde o temprano un aborto. Además, consideraron que su cuerpo no aguantará el embarazo por mucho tiempo, pese a que su estado de salud es estable en términos generales. Ante esta disyuntiva, los médicos del hospital recomendaron remitir la evaluación médica al Ministerio de Salud (Minsa) para que tome una decisión, que será analizada en una junta extraordinaria de especialistas. El abogado de los padres de la niña, el ex diputado Sergio García protestó y pidió que se respete la decisión de los padres, que insisten en someter a su hija a un aborto, bajo amenaza de sacar a la niña fuera del país si no acatan su decisión, por lo que el Minsa ordenó al hospital resguardar a la menor. «La decisión de nosotros es que se haga la interrupción y tiene que respetarse (..) es nuestra hija y no la queremos perder», dijo la madre de la menor, cuyos nombres son protegidos por razones legales. Por su parte, la fiscal de Managua, María Solórzano, señaló que la vida está legalmente en manos de sus padres, a los que instó a estudiar cuidadosamente el dictamen del Minsa para optar por la salida que más favorezca a la estabilidad de la niña.